Acusan de discriminación por cierre de centros Head Start

Alrededor de 300 menores de edad quedarían fuera del programa educativo si se concretan los cierres.

Discriminación contra familias latinas y afroamericanas del Sur de Los Ángeles es lo que alega la congresista Maxine Waters como el motivo del posible cierre de varios centros Kedren-Head Start, que dejarían a casi 300 niños fuera del programa infantil.

“Afectará profundamente nuestra comunidad. Casi la mitad de los 727 niños que actualmente están inscritos en los centros de Watts y Sur Los Ángeles se quedarían sin servicio”, compartió Josie Calderón, presidente del consejo de padres de los centros Kedren.

Esto al no lograr renovar su contrato con La Oficina de Educación del Condado de Los Ángeles (LACOE por sus siglas en inglés), agencia que supervisa estos programas y contra la que Waters a pedido se abra una investigación federal por cometer “abuso de poder”, al cerrar varios de estos centros Head Start sin “la participación de los padres y de la comunidad”.

“Se están aprovechando, porque somos comunidades pobres y en el caso de los latinos, mayormente familias inmigrantes indocumentadas”, apuntó Calderón.

“Han tratado de intimidarnos por ser minorías, o porque algunas personas no tienen papeles y temen habalr con las autoridades, pero no nos vamos a quedar callados”, aseguró la mujer. “La investigación va a dejar al descubierto que LACOE ha estado violando las leyes al cerrar servicios que tanto necesitan estas familias”.

LACOE ha indicado por su parte que Kedren ha incurrido en constantes “violaciones” en los últimos dos años, incluyendo el no cumplir con los códigos de inspección, inconsistencias en la matriculación y deficiencias de seguridad, como dejar la puertas sin seguro, entre otras, que en total sumaban hasta 700 violaciones.

Kedren afirma que trabajaba en corregir dichas violaciones, cuando LACOE le forzó a terminar el contrato el próximo 30 de junio.

“La misión de LACOE debería ser ayudar a los centros a mantenerse en cumplimiento, no cerrarlos”, opina Waters.

“De darse la investigación, tenemos la intención de cooperar totalmente con esta. Tenemos la confianza de haber seguido los procedimientos necesarios para proteger la calidad e integridad de los programas de Head Start que supervisamos”, declaró LACOE por escrito.

“Cada vez que LACOE toma una decisión drástica de cerrar un centro en una área económicamente en desventaja, se pierden trabajos y menos niños tienen acceso a una educación temprana de calidad”, sostuvo Waters.

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