El ‘huesero de los pobres’ alivia en una pulga de Houston

Don Juanito es un 'huesero' que según varios testimonios es capaz de aliviar todo tipo de torceduras y lesiones y de mejorar la calidad de vida de personas discapacitadas

(2) Don Juanito (centro). Según Luis Hernández (izq.) y Raymundo Mendoza, él les ha ayudado a que puedan levantarse de sus sillas de ruedas.

(2) Don Juanito (centro). Según Luis Hernández (izq.) y Raymundo Mendoza, él les ha ayudado a que puedan levantarse de sus sillas de ruedas. Crédito: Gustavo Rangel

En la Pulga Tía Pancha #2 se pueden encontrar antojitos, herramienta usada, llantas, fruta fresca, botas, sombreros, música y muchas otras cosas pero este lugar está adquiriendo fama por un servicio peculiar que ofrece un señor de 78 años al que todos conocen por Don Juanito.

Las personas que llegan al puesto de Don Juanito regularmente lo hacen cuando ya no tienen otra alternativa. Es el caso de Raymundo Mendoza. Hace poco menos de cinco años Mendoza sufrió un grave accidente en su trabajo que lo dejó en silla de ruedas. Su caída de cinco pisos destrozó su espina dorsal y después de numerosas operaciones los doctores le dijeron que no iba a sentir nada de la cintura para abajo por el resto de su vida.

“No me dieron esperanzas de poder levantarme de esta silla de ruedas pero de cualquier forma he buscado alternativas para tratar de mejorar y lamentablemente ninguna me daba resultado”, contó Mendoza.

La suerte para Raymundo cambió cuando una amistad le contó de Don Juanito.

“Me dijeron que Don Juanito era muy buen huesero y decidí ir a visitarlo para que me diera una terapia, en la primera sesión sentí inmediatamente el cambio”, agregó Raymundo.

Nueve terapias después con Don Juanito y Raymundo ya es capaz de levantarse sin asistencia de su cama y la silla de ruedas y se puede sostener parado por un largo periodo.

“Don Juanito me ha regalado una independencia que antes no tenía y por eso estoy muy agradecido con él”, explicó Mendoza.

Pero Raymundo no es el único que asegura que las manos de Don Juanito lo han ido ayudando. Luis Hernández fue baleado hace tres años en la espalda y los doctores no pudieron remover la bala durante la cirugía por temor de causar más daño. La bala causó que varios discos de la columna se desacomodaran y dejaron a Luis sin sensación de la cintura para abajo.

Tras dos meses bajo el tratamiento de Don Juanito, Luis ya se puede levantar y hasta ha logrado dar algunos pasos sin la necesidad de utilizar abrazaderas en sus piernas.

“El cambio ha sido radical con las terapias de Don Juanito. Me siento muy animado porque cada vez me siento más fuerte y hago más cosas por mi cuenta propia”, contó Hernández.

A Don Juanito ya se le conoce popularmente en la pulga como el ‘huesero de los pobres’ porque no cobra si la persona no puede pagar los $25que cobra por sesión. El originario de Zacatecas, México, le permitió a RUMBO acceso a su pequeño consultorio porque asegura que no tiene nada que esconder.

“Aquí me llegan personas con la boca chueca, la espalda adolorida, algunos que sufrieron una embolia y no pueden hablar, otros que no pueden caminar, algunos no pueden levantar el brazo, unos traen las costillas retorcidas y a todos los he arreglado”, dijo Don Juanito (cuyo nombre completo es Juan Barrios) en entrevista exclusiva con este semanario.

Su modesto consultorio consiste de una pequeña cama, una silla y una vitrina de madera donde guarda un modelo del cráneo y varios libros de referencia que muestran diagramas del cuerpo humano. Don Juanito nos presumió un libro de referencia grande que tiene laminado porque asegura que es su favorito.

“Aquí en este libro yo puedo ver dónde tiene el mal la persona que voy a tratar y sé cómo acomodarle todo para que se sienta mejor. Me da mucho pesar que les digan a las personas que no los pueden curar o que me lleguen todos lastimados porque un curandero los sobó mal”, dijo el huesero.

Don Juanito dice que ha curado a miles de personas en sus 35 años de experiencia. El don que dice tener lo descubrió desde que era niño. “En las montañas yo le acomodaba los huesos a animalitos y ya después fui ayudando a personas porque había muchos enfermos y no había doctores, curé a mucho gente en mi pueblo”, conto Barrios.

Este huesero solamente utiliza sus manos y brazos para sobar a sus pacientes. “No lastimo, mire, voy jalando y sobando pero vea no lastimo”, decía Don Juanito mientras sobaba a Mendoza.

Mientras que RUMBO estuvo en las instalaciones de la Tía Pancha #2 fue testigo de personas que llegaron desde Louisiana para ser atendidos por Don Juanito y no les importó tener que esperar en fila.

“Un amigo me recomendó que viniera con Don Juanito porque a él lo había arreglado de la espalda. Yo me fijé que mi amigo no se podía levantar de la cama y después de unos meses ya andaba caminando como si nada y en el trabajo, así que por eso vine a ver si me puede arreglar mis brazos lastimados”, dijo Juan Escobedo.

Don Juanito le contó a RUMBO que un jugador del Dynamo de Houston llegó a su consultorio para ser atendido pero este le pidió que no le contara a nadie que lo atendió. “Ese futbolista no quería que lo operaran de su rodilla y yo se la arreglé, se fue muy contento conmigo pero no puedo decir quién es porque se mete en problemas con el equipo”, explicó Don Juanito.

El consultorio de Don Juanito opera en la pulga Tía Pancha #2 los sábados y los domingos y entre semana de lunes a viernes en su domicilio (2410 Cromwell St.) sin necesidad de hacer consulta.

“Si no traen los huesos rotos yo aquí los arreglo. Dios me dio un don y lo tengo que compartir con la gente necesitada, los doctores no curan ni yo tampoco, es Dios el que cura”, concluyó Don Juanito.

En esta nota

Houston Salud

Suscribite al boletín de Texas

Recibe gratis las noticias más importantes de Texas diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain