Padres piden cambio de reglas en escuelas
Buscan ayudar a sus hijos pese a ser indocumentados
CHARLOTTE, NC (EFEUSA). Los padres indocumentados de estudiantes de uno de los sistemas escolares más grandes de Carolina del Norte buscan cambiar la política que les impide participar y colaborar en las escuelas por la falta de seguro social y licencia de manejar.
Estela Hernández, una madre mexicana con dos hijos en el Sistema Escolar de Charlotte-Mecklenburg (CMS), uno de ellos con condición especial, contó a Efe que el año pasado no pudo asistir a ningún paseo de su hijo porque no cumplió con los requisitos.
“Para registrarme, exigen que tenga seguro social y licencia de conducir, y no tengo ninguno de los documentos. Mi niño de ‘kínder’ (preescolar) me preguntó por qué no lo acompañaba a las actividades de la escuela. Es muy triste, y no soy la única con este problema”, apuntó Hernández, de 41 años.
Desde mediados de la década pasada, el CMS estableció el requisito para que los padres de familia sean voluntarias, mentores o acompañen a los estudiantes a los viajes de las escuelas deben llenar una solicitud que pide el número de seguro social y la licencia de conducir.
Desde 2006, los indocumentados en Carolina del Norte no pueden tener licencia de conducir o tarjetas de identificación del estado, y hasta el momento, la ley no ha cambiado, a pesar de varios intentos.
De acuerdo con el CMS, el seguro social se utiliza como referente para evaluar los antecedentes criminales de los padres de familia que aspiran a colaborar en las escuelas, con el objetivo de resguardar la seguridad de los estudiantes.
“Estoy de acuerdo que revisen los antecedentes de los adultos que están con los niños, pero deben ser más conscientes de nuestra situación, por qué no nos piden un W-7 (número de identificación tributaria) o pasaporte. Debe haber otra manera”, acotó Hernández.
CMS argumenta que sería muy costoso establecer un nuevo sistema de revisión de antecedentes criminales para los voluntarios.
Aunque Zhenia Martínez, de origen mexicano no tiene hijos en CMS, muchas de sus amigas cuentan lo mucho que sufren al no poder involucrarse más en la educación de sus hijos por la falta de documentos.
“El CMS se queja de que los padres latinos no van mucho a las escuelas, que no les interesa, pero lo que está pasando aquí es que les están cerrando las puertas”, afirmó Martínez.
Hernández contó sus dificultades a Héctor Vaca, coordinador de Action NC, organización en Charlotte que lucha incansablemente por los derechos de los hispanos.
Sin embargo, los defensores de los padres indocumentados argumentan que CMS conoce de esta situación desde 2012, recibieron las conclusiones de un foro sobre el estado de los estudiantes latinos en este sistema escolar.
“Hemos venido luchando contra el sistema desde hace cinco años y nada ha cambiado, esperamos que ahora sí podamos”, dijo Hernández.
Ana Brown, coordinadora del programa de voluntarios de CMS, en el que están inscritos 91.267 individuos, confirmó a Efe que el grupo se reunirá al menos cuatro veces y estará conformado por miembros de varias comunidades y organizaciones.
“Nuestro objetivo es resguardar la seguridad de los estudiantes, y creo que eso es lo que queremos todos. Esperamos analizar lo que hacen otros sistemas escolares y buscar una solución en beneficio de todos nuestros padres de familia, y no solo los latinos”, apuntó Brown, de origen peruano, y una de las hispanas de más alto rango en CMS.
Brown destacó que los padres hispanos pueden visitar las escuelas cuando lo deseen, pedir una cita con la profesora e inclusive realizar una visita al salón de clases de sus hijos, lo que no pueden hacer es voluntariado o ser mentores si carecen de la documentación requerida.
Distritos escolares de otras ciudades del país como Los Ángeles, Nueva York, Houston y Chicago no solicitan el seguro social como documento obligatorio para hacer una verificación de antecedentes.
Los antecedentes criminales se verifican con los nombres, fechas de nacimiento, referencias personales o las huellas dactilares de los padres, datos que también son cotejados con la lista de los delincuentes sexuales.