¿Dónde están los políticos latinos?

Caucus latino, irrelevante y desunido en crisis de niños migrantes

Con tibieza y en algunos casos hasta con total silencio ha respondido el “caucus” o grupo de legisladores latinos del Congreso federal a la crisis de niños centroamericanos o a las medidas que Barack Obama ha tomado para acelerar el procesamiento de los menores.

El grupo arriesga “tibieza e irrelevancia” en un tema crucial para la comunidad latina y países de América Latina, reconoció ayer en una entrevista con La Opinión el congresista Raúl Grijalva (D-Texas), al refierirse a la falta de una respuesta contundente de los políticos hispanos al manejo de esta crisis que ha sido calificada como “emergencia humanitaria”.

“Este sería un buen momento para que el grupo latino fuera claro y contundente. No tímido”, dijo el congresista.

Pero congresistas como Gloria Negrete, Juan Vargas y Grace Napolitano, entre otros han mantenido un incómodo y casi total silencio sobre este tema.

Incluso el congresista Xavier Becerra, (D-California), el más poderoso del grupo latino en el Congreso por su posición como Presidente del grupo demócrata de la Cámara, tampoco ha tenido un perfil alto en el asunto y, en cambio, su oficina de prensa se ha dedicado a enviar comunicados sobre el tema general de la reforma migratoria y de cómo los republicanos la han bloqueado.

La Opinión solicitó una entrevista con Becerra o detalles sobre su postura con relación a la “crisis de los niños en la frontera”, pero no se recibió ni una cosa ni la otra.

Algunos de los congresistas, en particular el Senador Bob Menéndez y los congresistas Lucille Roybal, Luis Gutiérrez, Filemon Vela y Raúl Hinojosa, junto con Grijalva, han hablado en repetidas ocasiones de “la necesidad de tomar medidas humanitarias y de proteger a los menores”.

Menéndez, junto a Roybal, Gutiérrez y otros legisladores no latinos presentaron una serie de propuestas concretas en respuesta a la crisis. El congresista de Florida, Joe García, ha expresado que “hay que tener cuidado en proteger los derechos legales de los niños”.

Más allá de eso, no hay una declaración conjunta del “caucus” sobre lo que el Presidente Barack Obama está haciendo o lo que el país debe hacer para lidiar con la crisis.

“Para que los que estén en desacuerdo con lo que proponga, que alguno lo diga con claridad”, afirmó Grijalva. “La gente mira a nuestro grupo y espera nuestro liderazgo, que apoyemos o nos opongamos a algo, que hagamos propuestas. A menudo no hacemos ni una cosa ni la otra. Lo último que debemos ser en este tema es irrelevantes”.

Particular es el caso de las hermanas Sánchez, Linda y Loretta, ambas representantes del sur de California. Linda se ha mantenido en silencio y no ha emitido comunicado alguno ni ha participado en ruedas de prensa de otros legisladores latinos para hablar del tema.

Por su parte Loretta, quien representa a un distrito del condado de Orange, interrogó la semana pasada al secretario de de Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Jeh Johnson, sobre “reportes de que habría pandilleros o criminales entre los niños que están llegando”, durante una audiencia del comité de seguridad nacional de la cámara.

Carlos Roberto Calderón, presidente de la Coalición Nacional de Inmigrantes Guatemaltecos CONGUATE, un grupo de organizaciones de guatemaltecos en Estados Unidos, dijo que un delegación fue reunirse con diplomáticos centroamericanos y con varios de los congresistas latinos.

“Loretta Sanchez… nos dijo que había que proceder a deportar a los niños. Me extrañó esa actitud”, dijo.

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