Derek Jeter brilla entre las Estrellas
'Capitán Yankee' se despide con par de dobletes en su último Juego de las Estrellas.

Jeter durante su último Juego de las Estrellas de la MLB, en Minneapolis, Minnesota. Crédito: EFE / CRAIG LASSIG
La lluvia quedó atrás en Minnesota y allí se abrió la noche para que las estrellas bajaran a despedir al gran Derek Jeter que en su 14º y último Juego de las Estrellas de Grandes Ligas mostró lo mejor de sus habilidades en las tres entradas que jugó.
La despedida del Capitán Jeter no pudo haber sido mejor escrita y contó con un matiz latino, empezando con su mancuerna en la intermedia por la noche, su viejo compañero en el Yankees, Robinson Canó, ahora un Marinero en Seattle.
Después, cuando Frank Sinatra cantó New York, New York y el público comenzó a aplaudir, Derek Jeter vio al cubano Alexei Ramírez salir de la banca de la Liga Americana para suplirlo y cerrar así su participación en su último Juego de las Estrellas.
En total, 24 estrellas latinas jugaron el partido repartidas en ambos equipos. Pero la noche era para Jeter que bateó 2-2 y llegó a 14 imparables en juegos de las estrellas con los dos dobletes que disparó en el Target Field.
Desde que lo presentaron en la alineación se anticipaba una noche de aplausos y ovaciones que sólo se incrementaron por culpa de los lances, los batazos, las carreras y la simple razón de que se trataba Derek Jeter, el hombre de la fiesta.
‘El Señor Noviembre’ saltó a defender la intermedia para abrir el encuentro. Al primer lanzamiento de Félix Hernández, Andrew McCutchen conectó una línea venenosa que el guante de Jeter cortó con un ágil lance que hizo al estadio rugir.
A la vuelta del episodio inicial, el Ídolo se alistaba para batear cuando el sonido del estadio vibró con la voz la del fallecido Bob Sheppard, cronista inmortal de los Bombarderos, que lo presentó como suele ocurrir en El Bronx y como lo hará hasta el fin de su carrera.
“Batting first and playing shortstop, number two, Derek Jeter, number two”, sonó en inglés la grabación entre aplausos, cámaras y alaridos de la gente y los jugadores que se levantaron de sus asientos.
El abridor de la Nacional, Adam Wainwright, dejó su guante sobre la loma y bajó para aplaudir y presentar su admiración por Jeter, a quien nunca antes había enfrentado en su carrera.
Jeter se quitó el casco y saludó al público conteniendo las emociones. Después sonrió antes de gritarle al serpentinero.
“Come on! (¡Vamos!)”, exclamó.
Fue poco paciente y se soltó el leño al primer lanzamiento de Wainwright para disparar un doble a la profundidad del jardín derecho. Más aplausos y ovaciones.
Mike Trout vino después para impulsar al legendario Jeter a su único viaje a la registradora del encuentro. Eso sería todo, lo suficiente, para que las Estrellas le dijeran adiós y le agradecieran su ejemplo en el béisbol.