Ejecución en Misuri reabre debate de la pena de muerte

Washington – El debate de la pena de muerte vive un nuevo capítulo luego de la ejecución de Michael Worthington en Misuri.

El condenado a muerte por violar y matar a una vecina en 1995, fue ejecutado esta madrugada, con lo que se reanudó la aplicación de la pena de muerte desde el caso polémico de Arizona, alcanzando un récord de ejecuciones en ese estado.

Esta es la primera ejecución en Misuri tras la polémica levantada contra los compuestos usados en la inyección letal aplicada el 23 de julio en Arizona, donde la agonía del preso al morir se extendió cerca de dos horas, caso similar al que ocurrió en Ohio hace seis meses, en vez de los diez minutos que se prevén en estos casos.

Worthington fue condenado a la pena de muerte en enero de 1999, tras haber violado y estrangulado a su vecina Melinda Griffin en el condado de Saint Charles, tras lo que intentó suicidarse.

Con la muerte de Worthington suman siete las ejecuciones en Misuri, un récord desde 2001, que junto a Texas y a Florida encabezan la lista de estados que han aplicado la pena capital en 2014, con un total de 21, de los 27 previstos para este año.

Entre las causas que explican el creciente volumen de ejecuciones están las resoluciones de los casos pendientes, las apelaciones agotadas en las cortes de justicia por parte de los condenados, y el nombramiento de jueces conservadores a nivel nacional y federal.

Desde 1976, en Estados Unidos se ha ejecutado a 1.385 personas y hay actualmente 3.070 condenados a muerte a la espera del castigo.

Con las recientes polémicas levantadas en contra de la inyección letal como “un método eficaz y justo”, el debate sigue centrándose entre el reclamo de venganza social contra los criminales y la Octava Enmienda de su Constitución según la cual “no se infligirán penas crueles e inusitadas”.

La pena de muerte, un castigo restablecido por el Tribunal Supremo de Justicia en 1976, se aplica todavía en 32 estados del país.

Con información de EFE