Cómo y dónde poner tu dinero para que crezca

Una vez que abras una cuenta de retiro, IRA o 401k, tienes que organizar la forma en la que quieres invertir

Cuando abras una de las cuentas de ahorros para tu jubilación en un banco o en una firma de inversión, te van a preguntar dos cosas importantes: la primera tu edad y tu previsión de cuándo te vas a jubilar; lo segundo es tu grado de aversión al riesgo.

Son cuestiones claves para determinar cómo y dónde invertir tu dinero, cómo diseñar tu cartera de inversión, para que este capital crezca durante los años en los que estés ahorrando.

Los especialistas en finanzas que te atiendan querrán conocer cómo te sientes de cómodo a la hora de afrontar el riesgo porque los mercados suben y bajan y muchas personas no toleran ver pérdidas en sus ahorros cuando hay fuertes bajadas, como las hay, las ha habido y las habrá. Aunque ésta es inversión a largo plazo, no todo el mundo se siente a gusto a corto plazo cuando las cosas no van bien. Ciertamente, muchas personas vieron sus ahorros esfumarse durante la última recesión y tuvieron la mala suerte de estar entonces próximos a su jubilación.

La cuestión de la edad determina mucho el factor de riesgo porque cuantos más años te queden para retirarte más agresivo puedes ser en tu estrategia de inversión.

Si eres un ahorrador ejemplar y empiezas joven, con tu primer trabajo, puedes asumir mayores riesgos que tienen la contrapartida de tener mejores rendimientos. Si experimentas caídas tienes más tiempo para recuperar y seguir creciendo a mayor ritmo. Si eres joven, te ofrecerán una cartera en la que sea mayor el porcentaje de la llamada “renta variable”, principalmente acciones. Son las llamadas de crecimiento.

Cuanto mayor seas, menos riesgos y más dinero seguro tienes que tener en tu cartera en la que dominará la “renta fija” o rendimientos periódicos de inversiones, típicamente bonos. El rendimiento es menor, pero el dinero es seguro.

Una regla que usa uno de los gurús de la inversión, John Bogle, fundador de la firma Vanguard, es que hay que restar a 100 tu edad y lo que te quede lo tienes que tener en acciones. Es decir, si tienes 30 años, el 70% de tu cartera tiene que estar invertida en acciones, si tienes 60, el 40%. Con todo, Bogle advierte que nada es tan simple.

Y no lo es.

En los 401k, los gestores normalmente presentan alternativas ya determinadas con diferentes horizontes de jubilación. En las cuentas IRA, los asesores o financieros certificados te ayudan a elegir una cartera y te hablan de fondos indexados, mutual funds, empresas de pequeña y alta capitalización en Bolsa, acciones en mercados, emergentes o europeos, materias primas…

Asegúrate de que un financiero certificado (CFP) te explique bien el riesgo de todos ello y te ayude a elegir una cartera diversificada, idealmente con inversiones con poca correlación entre ellas que funcionen de distinta manera en las mismas condiciones. El objetivo es que cuando unas bajen de valor otras suban.

No obstante, el equilibrio difícilmente será perfecto y la mejor manera de no preocuparse mucho es pensar en el largo plazo.

Los fondos indexados, siguen la evolución de índices de mercados como el Dow, el S&P 500.

Son inversiones pasivas, no hay gestión, que tienen menos costes que otros fondos, y que, además, han tenido a largo plazo mejor retorno de inversión que el resto.

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