Niños migrantes en riesgo cuando pierden sus guardianes legales

Los niños migrantes sin familiares y rechazados por sus guardianes legales se enfrentan a graves riesgos

@aracelimartinez

A Marvin Giovani Velasco Solís, un adolescente de 14 años que hizo solo el viaje desde Guatemala al país, su guardián legal prácticamentelo echó a la calle.

Sin tener adónde ir, ni a nadie en el país, se encontró con un ángel personificado en una promotora de salud de la Clínica St John’s, que se ha hecho cargo de él y hasta quiere adoptarlo.

“Fui una madre soltera, con cinco hijos, pero ya están todos grandes. Y sí pude con esa responsabilidad, por qué no voy ayudar a Marvin”, dice Ingrid Ainspac, también inmigrante guatemalteca y residente de Koreatown.

En busca de una vida mejor, el muchacho dejó a sus padres y cuatro hermanos en Totonicapán, Guatemala, en septiembre pasado. Le llevó alrededor de nueve días atravesar México, vivió en una bodega, cruzó el río Colorado en lancha, luego a pie, y cuando al fin parecía que iba a entrar a territorio estadounidense, fue arrestado por la Patrulla Fronteriza y enviado a un centro de detención en Texas por dos meses.

Hace unas semanas, lo entregaron a un amigo de su padre que vive en Los Ángeles. Pero Marvin dice que conforme pasaban los días se dio cuenta que no era bienvenido y que no tenía apoyo de esa persona.

Tan mal se sentía, que “me salí de la casa”, cuenta Marvin. Por suerte, el supuesto guardián lo había llevado a la iglesia cristiana a la que asistía. Ahí Marvin había llamado la atención porque tocaba los teclados.

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Ingrid Ainspac dice que fue en la iglesia donde escuchó decir que el hermano feligrés, guardián legal del menor, ya no quería hacerse cargo de él, y que incluso quería ponerlo a trabajar.

“En ese momento, yo pensé que ese muchacho podía ser mi hijo. Más aún, porque me acordé del que perdí cuando tenía 15 años”, recuerda.

Así que no lo pensó mucho y se lo llevó a su casa. “Mis compañeras en la clínica me han ayudado con ropa para vestirlo. En St John’s le hicieron exámenes médicos, y ya lo voy a inscribir en la escuela”, dice.

Cuenta que también recibe ayuda de la organización CARECEN para convertirse en su guardián legal, y ayudarlo lo más posible a permanecer en el país “Si Dios lo permite quiero quedarme aquí, y estudiar”, dice el adolescente.

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