Inmigrantes reciben licencias de manejo
Hoy muchos inmigrantes empezaron a obtener licencias de manejo especiales en California
Hoy muchos inmigrantes empezaron a obtener licencias de manejo especiales en California, después de veinte años de que una cuestionada legislación les negara este privilegio.
La Opinión entrevistó a decenas de indocumentados que recibieron el documento a través de la ley AB 60 en las oficinas del Departamento de Vehículos de California (DMV) en Van Nuys, Pasadena y Whittier.
“Yo no contaba antes, ahora sí cuento en este país”, dijo con lágrimas Óscar Canizales, un hondureño que desde 1977 había conducido sin licencia en las calles del Sur de California.
De 54 años, Canizales aprobó el examen de manejo en la oficina del DMV de Whittier, que hoy se llenó de adultos aspirantes a la licencia especial, en lugar de adolescentes.
En algunos casos los chicos llevaron a sus padres. “Es triste porque se supone que él es quien debe manejar”, dijo Alexis Torres, de 18 años, quien trajo a su padre, Juan, a la prueba de manejo.
Juan no tuvo contratiempos, ya había tenido la licencia de California pero en 2004 no pudo renovarla por su estatus migratorio. “Me siento bien después de tantos años de no tenerla”, dijo quien irónicamente es dueño de un negocio de camiones de carga. “Hoy regreso al camino”, celebró.
El DMV no sabe cuántas licencias se han expedido desde que entró en vigor la ley AB 60 el pasado 2 de enero. Hasta ese día, la dependencia había concertado más de 9 mil citas.
Para quienes ya había tenido el documento, el proceso fue más fácil: algunos sólo debieron pasar el examen de leyes de tránsito. “Desde que terminé la prueba sentí una gran alegría”, contó Laura Camanos, quien este lunes aprobó el examen escrito en la oficina del DMV en Pasadena y recibió una licencia provisional.
Jonathan Pérez pasó esa prueba en Van Nuys. “Ahora voy a comprar una camioneta”, comentó quien sólo espera que el DMV le envíe la licencia de plástico a su domicilio.
Pero otros, como Jorge Cruz, debieron cruzar el trámite completo. Él llegó hecho un manojo de nervios a demostrarla a un calificador del DMV en Whittier que sí sabe manejar. Aunque no sintió tanto temor, contó, como cuando condujo cerca de algún policía. “Ahora sí puedo manejar más confiado”, dijo.
Cruz, de 32 años y originario de Nayarit, sube a su camioneta pick up y enciende el motor. Por primera ha sentido un alivio detrás del volante, dijo. Ya es libre de ir a donde quiera.
Por eso el nayarita dio este consejo a los desidiosos: “Aprovechen el momento, aunque mucha gente diga que está marcada es una licencia y te van a respetar más”.