Editorial: Senado sin derechos civiles
Subcomité deja de lado la protección de las minorías por la obsesion anti-Obama
Los derechos civiles y los derechos humanos desaparecieron con la llegada del nuevo Senado. Para algunos es tan solo una cuestión de nombre, en realidad es mucho más. Es una señal clara de prioridades distintas y un guiño a un sector conservador que cree que los derechos civiles no están en la Constitución, sino que son un invento de jueces activistas y liberales.
La explicación oficial para eliminar las palabras “derechos civiles” y “derechos humanos” del nombre del ahora subcomité de Constitución del Senado es que ambos están dentro de la Constitución, por lo tanto es una redundancia.
El argumento sirve para quien desconoce el debate legal sobre los derechos civiles y el autor del cambio de nombre, el senador John Cornyn de Texas que preside el panel. En este contexto la realidad es más clara.
En principio, Cornyn es uno de los legisladores marcados con los peores antecedentes de derechos civiles en Washington. Últimamente se destacó por torpedear una acuerdo bipartidista para reinstalar la supervisión federal sobre los estados con antecedentes de violar las leyes electorales, para corregir un fallo de la Suprema Corte de Justicia.
Además, Cornyn al comentar sobre sus prioridades en el subcomité solamente habló de vigilar la Constitución e ir contra de los supuestos excesos del poder presidencial de Obama. Nada de derechos civiles.
Este subcomité integra el Comité de Justicia que tiene a cargo el área de derechos civiles, pero esa es una prioridad desaparecida en el nuevo Senado de mayoría republicana. Ya no están porque predomina una filosofía legal restrictiva que dice que esos derechos no tienen ninguna raíz en la Constitución.
Lo ocurrido con este subcomité es otro del extremismo ideológico que predomina entre los republicanos de Washington y su obsesión con Obama.
En este caso, la preocupación y la inquietud de las minorías, en este momento que vive el país, perdió su espacio en el Senado. Esta es otra señal clara de prioridades republicanas que contradicen todas las palabras de acercamiento hacia las minorías.
La hipocresía se ve en los hechos. Los derechos civiles son mas que un nombre, pero son amenazados cuando se los ignora como en este caso.
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