El voto no debe ser obligatorio

La Primera Enmienda permite que los ciudadanos no asistan a a las urnas si no quieren hacerlo .

El voto debe ser un acto de responsabilidad social de cada individuo

El voto debe ser un acto de responsabilidad social de cada individuo Crédito: Ciro Cesar / La Opinión

En un evento reciente en Cleveland, Ohio, el presidente Barack Obama sugirió que el establecimiento de la obligación de votar durante las elecciones sería una posibilidad para detener o reducir la influencia del dinero en los procesos políticos.

No queda muy claro si realmente el obligar a los ciudadanos a depositar un sufragio podría disminuir la influencia de los aportes financieros a las campañas electorales, o podría de hecho producir el efecto contrario, pero lo que sí me queda muy claro es que sería definitivamente un ataque directo a la Primera Enmienda de la Constitución.

El voto es un privilegio, además de ser una forma de expresión política. Y así como cualquier ciudadano tiene el derecho a expresarse en las urnas a través de su voto, ese mismo ciudadano tiene el derecho a no manifestarse políticamente si no desea hacerlo.

Es cierto que en un mundo ideal sería magnífico que todos o casi todos los ciudadanos que están habilitados para ejercer el derecho al sufragio, efectivamente hagan uso de este privilegio, pero nodeberíamos llegar a esa meta convirtiendo el voto en algo obligatorio.

El voto debe ser un acto de responsabilidad social de cada individuo. El voto debe ser un acto de profundo compromiso con la comunidad de la cual se forma parte. El voto debe ser un acto de reflexión política basado en nuestra ideología y las expectativas que tenemos de quienes nos van a gobernar. El voto debe ser un acto de amor hacia nuestros hijos a quienes tenemos la obligación de legarles un mundo mejor en base a la elección de las personas adecuadas que nos conduzcan hacia un futuro promisorio. Pero el voto no debe ser jamás el resultado de una ley que nos compele bajo la amenaza de una sanción a presentarnos a las urnas. Porque obviamente la única manera de que el voto se vuelva obligatorio es a través de sanciones que castiguen su no ejercicio.

El mandatario afirmó con buen criterio que son los jóvenes, las minorías y los pobres los que menos votan en los procesos políticos . En este contexto, la solución sería educar a estos segmentos de la sociedad para que comprendan la importancia de involucrarse en el proceso político, jamás hay llevarlos a las urnas en contra de su voluntad y sin el conocimiento reflexivo de por qué, para qué, y por quién deben depositar un sufragio.

Nos guste o no, mientras haya gente que no se interese por ejercer este derecho político, deberemos ser gobernados por los candidatos elegidos por aquellos que sí lo hacen

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