Las 5 razones por las que todavía amamos a Celia Cruz
"La Huarachera de Cuba" nació un día como hoy y recordamos su inolvidable e infinito legado
Hoy, Celia Cruz hubiera cumplido un año más de vida, 90 para ser exactos.
Aunque hace 12 años que desafortunadamente falleció, “La Reina de la Salsa” sigue siendo una de las artistas más queridas y recordadas de la música latina.
Estas son las cinco razones por las que su música y su nombre seguirán vigentes para la eternidad.
1. Por su gran talento
Con esa voz tan potente y especial para los ritmos caribeños, es obvio mirar porque fue una de las grandes exponentes de la salsa. Hasta hoy en día es difícil señalar a otra persona que tenga un timbre de voz tan perfecto y adecuado como el de ella. Y este talento innato generaba tanta envidia que incluso su propia e insegura hermana le tenía celos.
2. Por su autoestima
Carisma tenía y le sobraba. Pero también era una persona de carácter fuerte. La misma Jeimy Osorio, actriz que actualmente da vida a la cantante en sus años de juventud en la exitosa serie “Celia” de Telemundo, comentó que esto es lo que más le costó adaptar a su personaje. Y a pesar de las altas y bajas de su carrera, ella nunca estuvo involucrada en algún escándalo ni pleitos con colegas.
También aceptó trabajar en las telenovelas “El alma no tiene color” (como se puede apreciar en el video en el minuto 5:40) y “Valentina” y así probó suerte en otros ámbitos que no eran necesariamente musicales.
3. Por su legado
Hay tantas buenas canciones que interpretó Celia que hacen que cualquiera no puede resistirse a levantarse de su asiento y mover el esqueleto. Sus más icónicas son “Quimbara”, “El yerberito”, “Guantanemera”, “La negra tiene tumbao” y “La vida es un carnaval”.
4. Por romper barreras
No solo fue una de las pocas mujeres que logró sobresalir en un género musical dominado por los hombres, sino que también luchó contra el racismo. Asimismo, sin ser la mujer más despampanante del mundo se hizo paso propio con su trabajo, aunque muchos de sus allegados y hasta ella misma aseguraron que sus piernas que casi siempre tapaba con sus elaborados vestidos, eran simplemente maravillosas y muy bien torneadas. Quizás por eso Pedro Knight pasó de ser un Don Juan a un fiel esposo.
Celia también tuvo que dejar su país para seguir luchando por sus sueños y como latinos inmigrantes de este país, es difícil no sentir esa conexión y deseo de superación que ella tuvo y que para su mala fortuna, su país natal no le proveyó.
5. Por su “¡azúcar!”
Desde sus extravagantes pelucas y vistosos vestidos, Celia fue única y su sello personal lo imprimió en todo lo que hizo. Su risa era contagiosa y bastaba con verla para contagiarse de buen humor y mucho ánimo. También era muy sincera y a la hora de compartir anécdotas o hablar de su matrimonio no tenía reparos, al punto de compartir que ella misma le decía a su esposo cuando miraba a un hombre guapo, pero lo mismo hacía cuando miraba a una mujer atractiva.