Usa el arte para inspirar a jóvenes a cambiar su destino
Artista inmigrante dice que quienes son parte de la clase trabajadora no tienen oportunidades para desarrollar sus talentos
A Luis Genaro García le gustó dibujar desde niño. Cuando una de sus maestras vio sus dibujos, le dijo que le agradaban mucho. Tanto que cuando la profesora no podía dibujar algo en el pizarrón, le pedía que lo hiciera por ella . “Yo los hacía más dinámicos”, dice.
Décadas después a sus 36 años, este hijo de inmigrantes mexicanos, es un artista visual y da clases de arte en la secundaria Thomas Jefferson a la que asistió.
“Si pudiera pintar de tiempo completo a eso me dedicaría pero en este mundo capitalista eso no puede ser y me he enfocado en enseñar arte para inspirar a los niños a que pueden cambiar su destino como una forma de resistencia contra las barreras institucionales que existen contra la clase trabajadora”, dice García, quien en un año va a obtener su doctorado en educación por la Universidad de Claremont.
“Como académico quiero exponer por qué no hay recursos para apoyar el arte en las escuelas a las que van los hijos de la clase trabajadora. Mi teoría es que si los estudiantes se involucran en las artes desde la secundaria, se animarán más para ir a la universidad”, anota
Cuenta que debido a la falta de recursos en la secundaria fue poco lo que pudo crecer en la pintura. “Hasta que fui al Colegio Comunitario de Santa Mónica comencé a desarrollarme”, observa.
En 2005 cuando lo invitaron a exhibir sus trabajos en el Festival de la Gente en la ciudad de Los Ángeles comenzó a difundirlos. “En los siguientes años del festival, conocí dueños de galerías que me invitaron a exponer mi arte”, indica.
Pero confiesa que durante mucho tiempo se estancó en pintar sobre el Día de los Muertos y la estructura esquelética. “Entré en un conflicto interno porque quería abordar otros temas hasta que decidí empezar a retratar la lucha diaria de la clase trabajadora como la de los ambulantes, los taqueros, la de los estudiantes por sus maestros, las de las mamás que llevan a sus cuatro, cinco hijos a la escuela”, comenta.
Parte de esta serie de obras artísticas, se puede ver en la exposición de arte comunitario “Los Luchadores. Una Miradora a la Clase Trabajadora” que García exhibe junto con trabajos del artista Joel García en las instalaciones de La Opinión.
García dice que mucho de su trabajo artístico actual en acrílico está inspirado por las imágenes que lo marcaron en su niñez como los paleteros, los carritos de helados que se estacionaban fuera de su escuela en espera de los niños pero también por las historietas como las Tortugas Ninja.
“Aunque nací en los Estados Unidos, crecí y estudié en El Grullo, Jalisco, del primer año hasta la mitad del tercero. Y recuerdo que un tío me regalaba máscaras de luchadoras y monitos de lucha”, dice.
“Yo decidí ponerles máscaras de personajes de la lucha libre mexicana a algunos de los luchadores de clase trabajadora que he pintado porque la máscara es un símbolo de cómo muchos de ellos viven en las sombras por ser indocumentados”, comenta.
Recientemente creó un mural en el Centro de Servicios Edison del sur de California en Monrovia.
El año pasado fue seleccionado como artista del año el Día de los Muertos por parte de la organización no lucrativa Self Help Graphics & Arts.