Dan el último adiós a Germán Robles, el ‘vampiro’ del cine mexicano
El celebrado actor de 'El Vampiro' y 'La Maldición de Nostradamus' falleció el viernes tras una breve enfermedad. Amigos y familiares visitaron ayer su capilla ardiente
Su impecable presencia, su enigmática voz, sus dotes histriónicas y hasta su talento como dibujante fueron algunas de las virtudes con las que recordaron familiares y amigos a Germán Robles en su funeral.
El actor de origen español falleció el viernes en un hospital de la capital de México donde pasó poco más de una semana.
“Ingresó el 12 de este mes al hospital por una obstrucción intestinal, lo operaron y salió bien, luego comenzó a estar mal, se complicó con el Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) que padecía desde hace años y se comprometieron otros órganos, como el corazón y los pulmones. Fue algo que nos tomó por sorpresa. Desafortunadamente, los últimos momentos no los viví con él como debía porque estuvo semiinconsciente y ya no hubo forma de hablar con él”, recordó su esposa, Ana María Vázquez.
Robles nació el 20 de marzo de 1929 en Gijón, España, pero su familia emigró a México cuando él tenía 17 años. Aunque el actor desarrolló su vida y obra en el País, nunca olvidó sus orígenes asturianos, por lo que pidió que se entonara música de esa región durante su funeral.
“Dejó tres peticiones: ser cremado, tener música asturiana en su velorio y que esparcieran sua cenizas en su lugar de origen”, señaló Rafael Perrín, amigo del protagonista de “El Vampiro”.
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Fueron breves los acordes de gaita ejecutados por el maestro Migues junto al féretro, que no lució imagen religiosa alguna. Sin embargo, la música conmovió a las 40 personas reunidas en la capilla de una agencia funeraria.
El más afectado era Pablo Robles, hijo del histrión, quien lloraba en silencio.
En cambio, Maribel Robles, hija de su matrimonio con Elisa Aragonés, lucía tranquila, pues se reconcilió con su padre tras un largo alejamiento.
“Estoy triste y a la vez contenta porque tuve una reconciliación con él luego de 30 años de separación. Me di cuenta de que cargaba un dolor y lo busqué, nos vimos, nos dimos un abrazo y ya”, contó la esposa de Rogelio Guerra.
Hasta el cierre de esta edición, a la agencia funeraria llegaron los actores Mario Casillas, Yolanda Ventura y Rubén Cerda para ofrecer el pésame.
Se tenía previsto que los restos del actor fueran cremados ayer por la tarde, y que en fecha por determinar sus cenizas sean llevadas a España para que sean esparcidas en la playa Peña Rubia, donde yacen sus padres.
“Sobre los homenajes, estamos viendo, seguramente serán varios, y en La Dama de Negro habrá algo, eso se definirá próximamente”, adelantó Perrín.
La maldición del vampiro de Robles
Un ataúd, unos colmillos y una maldición milenaria marcarían el destino de un debutante Germán Robles. “El Vampiro”, de 1957, sería la cinta que le daría la estafeta de estrella internacional.
No sería fácil despojarse del Conde Karol de Lavud, el aterrador sujeto sediento de sangre y victimario de bellas mujeres a las que buscaba poner bajo su poder.
De ahí que hicieran la secuela “El Ataúd del Vampiro”. Su tercer trabajo sería “El Castillo de los Monstruos”, en donde, de manera irrisoria, perseguía a un Clavillazo miedoso y atontado, pero su aparición especial dio un plus a esta comedia.
Luego vinieron algunos dramas con los que no pasó gran cosa.
Por ello, los productores volvieron a requerir de sus servicios en los 60 como el monstruo elegante para la cinta “La Maldición de Nostradamus” y, en vista de la aceptación, le siguieron “La Sangre de Nostradamus”, “Nostradamus”, “El Genio de las Tinieblas” y “Nostradamus, el Destructor de Monstruos”, títulos tan rebuscados como su contenido mismo, pero que para muchos fueron un enorme deleite.
Estuvo en otros filmes de terror y ciencia ficción, ya no como protagonista, como “El Barón del Terror”, “La Cabeza Viviente”, “Los Murciélagos”, “El Río de las Ánimas” y “Rocambole contra la Secta del Escorpión”.
Hasta los 70 volvería a una trama vampírica, pero ahora como enemigo de los chupasangre, en “Los Vampiros de Coyoacán”, junto al luchador Mil Máscaras y Sasha Montenegro.
Sería el cine de los 70, el teatro y hasta el doblaje lo que le darían variedad a su carrera.
En los melodramas caseros llegaría a sobresalir a partir de la primera versión para televisión de “El Derecho de Nacer”, tras la cual llegaron “El Carruaje”, “El Edificio de Enfrente”, “La Venganza”, “Viviana”, “Principessa” y “Un Solo Corazón”.
Estas las alternaría con trabajos más acertados en el cine de los 70: “El Jardín de la Tía Isabel”, “El Arte de Engañar”, “Tiempo y Destiempo”, “El Tigre de Santa Julia” (en su primera versión) y “Rapiña”.
Su voz le dio prestigio en el mundo del doblaje y la lució en series de TV y películas de Hollywood. Uno de sus más trabajos más reconocidos fue la voz de Kitt en “The Knight Rider”, pero también colaboró para animaciones como “Ratatouille” y “Bug’s Life”, entre otras.
Entre sus últimas apariciones en teatro figura “La Dama de Negro”, obra que él arrancó en 1993 y por la que muchos lo recuerdan.
Robles tuvo una gran variedad de trabajos, pero todos recuerdan al ser de otro mundo que al final regresaba a su tumba infernal tras ser clavado con una estaca en el corazón.
Ahora, el actor baja a una sepultura distinta, bendecido y admirado por miles de fanáticos que seguirán viendo en su rostro, gracias a la magia del DVD y la TV, al vampiro del cine mexicano.