El Vicente Calderón también es un ‘bunker’ para Champions
Un amplio cordón de seguridad rodea al estadio al borde del Manzanares para el Atlético-Galatasaray
Un amplio cordón de seguridad, con varios controles policiales en las calles adyacentes, rodeó el estadio Vicente Calderón en las horas previas al encuentro de Liga de Campeones entre el Atlético de Madrid y el Galatasaray turco.
El operativo extraordinario contra el terrorismo yihadista, con el estadio Vicente Calderón abierto dos horas antes del inicio del partido para los aficionados locales y tres para los visitantes, y un despliegue policial mayor de lo habitual, marcó las horas previas al encuentro de la máxima competición continental.
Tras los ataques terroristas del viernes 13 de noviembre en París, uno de ellos en las inmediaciones del Estadio de Francia cuando se disputaba un Francia-Alemania, el Vicente Calderón tuvo a su alrededor un dispositivo que comenzó a las cinco de la tarde, casi cuatro horas antes del inicio del encuentro, calificado ya antes de los incidentes en la capital francesa como de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia del Ministerio de Interior.
Entre las medidas del dispositivo especial se dispusieron controles policiales a todos los aficionados en las calles cercanas al estadio, con cacheos, control de mochilas y de entradas a los asistentes. Las fuerzas policiales pararon a los coches que se aproximaban a la zona y revisaron los maleteros de los vehículos. Además, las papeleras de las calles habían sido eliminadas.
En esta movilización de seguridad extraordinaria participaron 400 policías nacionales y cien locales, un treinta por ciento más de las fuerzas policiales del dispositivo habitual. Junto a ellos sesenta efectivos del Samur-Protección Civil, 33 de la Cruz Roja y 498 vigilantes privados.
El club aconsejó este martes que los aficionados acudieran “lo antes posible” y que utilizaran el transporte público para acceder al estadio de la ribera del río Manzanares. Desde las 18.45 horas, dos horas antes del encuentro, estuvieron abiertas las puertas del Calderón para los aficionados rojiblancos
Las puertas siete y nueve quedaron reservadas para los hinchas turcos del Galatasaray, para los que el estadio estuvo abierto hasta con tres horas de antelación, y que estuvieron ingresando desde dos horas antes del encuentro. Efectivos a pie y a caballo de la Policía Nacional escoltaron por grupos a los aficionados otomanos.
El Calderón ya vivió incidentes problemáticos en una jornada europea el pasado 30 de septiembre en la visita del Benfica portugués, cuando en el minuto 36 de partido y tras el 1-1 anotado por el argentino Nico Gaitán, varios aficionados visitantes encendieron y lanzaron bengalas desde el primer y segundo anfiteatros del fondo norte del estadio.
Estas bengalas, y otros objetos lanzados por los aficionados portugueses, cayeron a la grada inferior ocupada por seguidores del Atlético. El partido estuvo parado unos minutos mientras el Atlético se disponía a sacar de centro. Los hinchas del Benfica también ocasionaron destrozos en los asientos que ocupaban.
El club rojiblanco fue sancionado por el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA con 11.000 euros de multa por bloquear las escaleras, mientras que el Benfica tuvo 20.000 euros de multa por los disturbios ocasionados por sus aficionados, además de un aviso de sanción con jugar un partido local a puerta cerrada si esta situación se vuelve a producir en un plazo de dos años.
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