San Bernardino reza para aliviar el trauma del ataque (Fotos)
Cadenas de oración por las víctimas y sus familias se han realizado apenas se supo de la tragedia
“Ten misericordia de San Bernardino, Señor”, rezaba este sábado Susy Splinker, en un frío pasillo del hospital Loma Linda, donde atienden a algunos de los 21 heridos en el tiroteo en esta ciudad.
Splinker, residente de Redlands, vino con miembros de la iglesia “Manantial” de Fontana para orar por la salud de Kevin Ortiz, uno de los sobrevivientes de la masacre que cobró la vida de 14 personas.
Ortiz, de 24 años, es parte de su congregación. Él fue impactado por cinco balas, aunque ninguna afectó sus órganos vitales, según reportes de prensa. No está claro cuándo recibiría el alta médica.
Ahí también está internada Jennifer Stevens, de 22 años. “Mamá, me han disparado”, le dijo por teléfono la joven a su madre antes de que los paramédicos la trasladaran al nosocomio.
Refuerzan seguridad
Directivos del hospital Loma Linda han cambiado los nombres de los sobrevivientes de la balacera en su libro de registros. “Es por seguridad y para cuidar su privacidad”, explicó una recepcionista del centro.
Por eso, Splinker y sus hermanos de fe no pudieron localizar a Ortiz, pero le dejaron una oración a él y a los otros lesionados. “Te pedimos por cada una de las familias de los heridos. Te pedimos para que les des consuelo en sus corazones. Esta crisis va a traer cosas buenas”, rezó Splinker con los ojos cerrados.
Cadenas de oración por las víctimas y sus familias se han realizada apenas se supo de la tragedia. El tema “#RezaporSanBernardino” en la red social Twitter se viralizó de inmediato. En iglesias, mezquitas, escuelas y altares en la vía pública, la solidaridad de la gente se ha hecho presente.
“Dios bendiga a San Bernardino”, decía el cartel que sostenía este sábado un hombre en la calle Barton.
Crece el memorial
Cerca del lugar donde ocurrió la masacre, en la esquina de la avenida Waterman y la Orange Show road, una cruz de madera fue clavada como símbolo del calvario por el que atraviesa la región.
“Oraciones” se lee en un cartel al que le agregaron la fecha de la masacre, 2 de diciembre de 2015, ahora marcada con sangre en la memoria de los residentes de Inland Empire.
Decenas de veladoras que forman un corazón, flores, globos y carteles se han dejado debajo de la cruz.
“Espero que estas flores te traigan luz”, “Gracias agencias del orden por el apoyo” y “Nuestras oraciones están con las familias”, son algunos de los mensajes escritos en cartulinas y tarjetas.
“Este es un símbolo que refleja el duelo de nuestra gente”, dijo Tomás Carrillo, quien dejó unos globos de color rojo en el memorial. “Esta tragedia es de ellos y de nosotros… es de todos”.