Trump rechaza críticas a su plan de imponer moratoria a musulmanes en EEUU

Plan violaría la Constitución y afrontaría trabas legales, según expertos

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Crédito: EFE

 WASHINGTON.- El precandidato presidencial republicano, Donald Trump, defendió este martes su idea de poner cerrojo a la entrada de musulmanes a EEUU para frenar la amenaza terrorista y, aunque en el pasado se permitió la exclusión de ciertos inmigrantes, su plan afrontaría trabas políticas, legales y constitucionales, según expertos.

Como clara señal de su propia radicalización, Trump propuso ayer una moratoria a la llegada de inmigrantes musulmanes a EEUU hasta que los líderes políticos “puedan averiguar qué demonios está pasando” frente a la amenaza terrorista porque, a su juicio, el país “no tiene otra opción”.

Durante un mitin político a bordo del buque de guerra USS Yorktown, en Mount Pleasant (Carolina del Sur), Trump destacó la urgencia de determinar el origen y razón del presunto “odio” de los musulmanes contra EEUU antes de dejarlos.

En un programa de la cadena ABC, Trump defendió hoy nuevamente su plan, aunque no precisó cómo lo aplicaría.

“Estamos en guerra. Tenemos a un presidente que no lo quiere decir, pero estamos ahora en guerra”, subrayó Trump, al advertir que, sin medidas extraordinarias, EEUU “jamás volverá a ser el mismo”.

Presionado sobre el tema, Trump dejó entrever que no le preocupa ser comparado con Hitler ni ofender a la población musulmana dentro y fuera de Estados Unidos.

Múltiples trabas

Tras los atentados de 2001, EEUU exigió el registro de todo inmigrante musulmán, como parte de un plan para rastrear sus entradas y salidas, pero abandonó ese plan en 2011.

La idea de Trump no tiene precedente y, según expertos consultados hoy por este diario, se toparía con toda clase de trabas políticas, legales y constitucionales.

El abogado de inmigración, José Pertierra, señaló que las leyes actuales permiten excluir “a criminales, enfermos mentales, los que no tienen papeles, etc, pero no a los musulmanes, budistas, o ateos”.

Aunque no tendría precedente excluir a una minoría religiosa, las leyes migratorias ya discriminan contra mexicanos, que deben esperar más de una década por una visa legal “simplemente por su origen nacional”, señaló  Michael Kagan, profesor de leyes de la Universidad de Nevada en Las Vegas.

Trump “sigue pasándose de la raya y si la gente lo sigue premiando en las encuestas y después en las urnas, me temo que otros políticos lo seguirán. Tenemos una vieja y terrible tradición de demagogia en este país”, dijo a este diario Kagan.

Tanto Pertierra como Kagan coinciden en que el asunto quedaría en manos de los tribunales de primera instancia o del Tribunal Supremo.

La Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU) ha encabezado demandas por la discriminación de minorías, y no vacilaría en hacerlo bajo una hipotética presidencia de Trump.

A nivel político, varios líderes ya han advertido de que, en vez de reforzar la seguridad nacional, Trump está dando munición a los yijadistas que promueven una campaña anti-estadounidense.

Críticas de todas partes

La comunidad musulmana, que totaliza tres millones en EEUU y más de una cuarta parte de la población mundial, han rechazado enérgicamente la retórica incendiaria de Trump, que incluye la vigilancia de mezquitas.

Pese al silencio del Comité Nacional Republicano (RNC), otros rivales republicanos en la contienda también lo han criticado, al igual que el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el exvicepresidente, Dick Cheney.

Aunque ha sido tachado de racista, loco y hasta fascista, Trump justifica su retórica como un freno a la “corrección política” y, a juzgar por su popularidad entre la base del partido, no parece abandonar esta estrategia electoral.

Ecos del pasado

Trump explicó hoy que no le interesa establecer campos de concentración como los usados para detener a japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, pero insistió en que su plan no es muy distinto al que adoptó el entonces presidente Franklin D. Roosevelt.

En 1988, el entonces presidente Ronald Reagan –icono de los conservadores-, firmó una ley que pedía disculpas a los más de 100,000 personas de origen japonés, incluyendo estadounidenses, que fueron a parar a esos campos de internamiento, y ofreció reparaciones para sus sobrevivientes.

En el pasado, leyes como el Acta de Exclusión de Chinos de 1882 y el Acta de Exclusión de Asiáticos, en 1924, en su día discriminaron contra esas minorías, y, si gana en 2016, Trump podría recurrir a la sección 212 del Acta de Inmigración y Nacionalidad (INA) para frenar la entrada de “cualquier inmigrante” que no sea elegible para la ciudadanía o que considere prejudicial para los intereses de EEUU, según Kagan.

La retórica de Trump no sorprende, tomando en cuenta la proximidad de las primarias y la férrea competencia de los precandidatos republicanos por lograr la nominación.

También da abono a los precandidatos presidenciales demócratas, que promueven una agenda de inclusión progresista.

Huma Abedin, vicepresidenta de la campaña de Hillary Clinton y de origen musulmán, acusó a Trump de querer institucionalizar el racismo y pidió el apoyo político y financiero a la campaña demócrata.

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