La ciudadanía de Ted Cruz
Por mucho que me aterre la posibilidad de "Presidente Cruz", tiene el derecho a ser candidato
Debo reconocer que la posibilidad de que Donald Trump gane la presidencia de los Estados Unidos me provoca escalofríos, pero lo que sí me causa pánico es la posibilidad de ver sentado en la oficina oval a Rafael Edward Cruz.
El primero es un demagogo que ha basado su campaña en una retórica incendiaria que lo mantiene bien ubicado en las encuestas, pero que no dudará en olvidarse de la mayoría de sus promesas de campaña escándalosas, si llega a la presidencia; el segundo es un sociópata conservador con un contenido ideológico que se mueve milimétricamente sobre una línea recta de pensamiento cargada de hipersensibilidad legal (La Ley es la Ley, y la justicia y la equidad no tienen espacio en su aplicación), celos religiosos extremos y una falta pasmosa de humanidad y compasión.
Cruz, que lidera actualmente la primaria de Iowa, se encuestra bajo ataque de Donald Trump, quien cuestiona su derecho a correr por la presidencia de los Estados Unidos.
Cruz, quien nació en Canada, es hijo de un cubano y una ciudadana estadounidense. La Constitución señala que para ser presidente de necesita ser ciudadano estadounidense por nacimiento. Así de primera mano, se podría pensar que al no haber nacido en los Estados Unidos, Cruz estaría inhabilitado.
Sin embargo el Acta de Naturalización de 1790 determina que los hijos de ciudadanos estadounidenses nacidos en el exterior son considerados ciudadanos estadounidenses por nacimiento. Hasta ahí, y no habiendo sido el tema discutido y resuelto en la Corte Suprema de Justicia, no quedaría la menor de que Cruz puede ser presidente.
En el pasado otros candidatos como George Romney, Garry Goldwater y John McCain fueron cuestionados, pero los tribunales jamás dieron paso a una posible demanda.
Para que Cruz, sea impedido de participar tendría que darse uno de dos escenarios:
Que alguno de los Estados de la Unión le niegue a Cruz el derecho a ser incluido en la boleta electoral; o que alguno de los contendores en la carrera presidencial demande judicialmente la incapacidad de Cruz.
Lo primero Es muy difícil que ocurra. Lo segundo probablemente también. Aunque no tendría que sorprendernos que de ganar Cruz la primaria republicana, Donald Trump lance su campaña como candidato independente y demande la incapacidad de Cruz para competir. Eso lo dejaría en un mano a mano con el candidato demócrata. Suena loco, pero de Trump se puede esperar cualquier cosa.
Por mucho que me aterre la posibilidad de decir “Presidente Cruz”, este hispano de apellido tiene hoy, legal y constitucionalmente el derecho de ser presidente de los Estados Unidos.
No Se olvide, regístrese y vote.