Obama invita a ‘dreamer’ al Congreso como ejemplo de “inmigrante ejemplar”

WASHINGTON.- Hace casi dos décadas, el mexicano Oscar Vázquez emigró ilegalmente de su natal Chihuahua con un futuro incierto pero, el próximo martes, estará entre los invitados para el último discurso ante el Congreso del presidente Barack Obama sobre el “Estado de la Unión”,  y como ejemplo de las prioridades de su Administración.

Pero Vázquez, un veterano de guerra de 29 años, no será un invitado más: su biografía y trayectoria desde que emigró hace 17 años a Phoenix (Arizona) lo convirtieron no sólo en un “inmigrante ejemplar” sino en un símbolo de algunas de las metas de Obama.

En entrevista telefónica con este diario desde Fort Worth (Texas), Vázquez afirmó que espera que Obama ofrezca una férrea defensa de la reforma migratoria y la urgencia de reactivar el diálogo en el Congreso, consciente de que es una deuda pendiente con la comunidad inmigrante.

“El hizo una promesa y no la ha cumplido, pero no lo puede hacer solo; el Congreso está polarizado y no le quiere ayudar. El programa de “acción diferida” (DACA) fue un paso en la dirección correcta, pero las cosas no pueden quedarse allí”, señaló.

Vázquez, considerado un ejemplo de éxito de los “Dreamers”, reconoció que muchos en la comunidad inmigrante se sienten decepcionados por la ausencia de la reforma y, más recientemente, por las redadas dirigidas contra los inmigrantes centroamericanos con órdenes de deportación.

“Por eso es importante que los dos partidos se sienten a dialogar. Esto no puede seguir así”, insistió.

Se prevé que, en su último discurso sobre el “Estado de la Unión” ante una sesión conjunta del Congreso, el próximo martes, Obama haga un repaso de los logros de su presidencia y enumere las tareas pendientes en lo que queda de su mandato que, además de la inmigración, incluyen un mayor control de las armas.

Según la Casa Blanca, habrá una silla vacía en el balcón de los invitados en memoria de “las víctimas de la violencia de las armas”, cuyas voces fueron acalladas por una bala.

Invitación sorpresa

Vázquez ya había estado en un par de eventos en la Casa Blanca pero la cita del próximo martes le dará máxima visibilidad por su trayectoria como inmigrante.

Vázquez aún recuerda la llamada de la Casa Blanca, que contestó su esposa, Karla, a finales de diciembre pasado, mientras él trabajaba en el garaje de su casa arreglando unos juguetes de sus hijos.

“Nunca pensé que esto me iba a pasar. Mi esposa y yo creímos que era una broma; fue una sorpresa muy grande, y la verdad es que es un honor”, afirmó Vázquez, cuyo viaje será costeado por el gobierno.

Un tipo con suerte

Vázquez trabaja diseñando aplicaciones para la empresa Burlington Northern Santa Fe y se entusiasma al hablar del campo de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) donde, a su juicio, hacen faltan más rostros latinos.

“Es importante que los jóvenes tengan mentores, tengan una guía… hay muchos conservadores que prefieren generalizar, meter a todos en un mismo saco, pero si se molestaran en conocer a los inmigrantes, verían gente luchadora, no gente que quiere ser mantenida (por el gobierno)”, enfatizó.

Vázquez reconoció que ha tenido suerte pero quiere ayudar a miles de inmigrantes como él, sumándose a la lucha por una reforma migratoria que los legalice.

“Sólo quiero que todos los jóvenes tengan la mismas oportunidades que he tenido yo, es lo mínimo que puedo hacer. Los inmigrantes indocumentados merecen salir de la sombra, tener la oportunidad de educarse, tener su casa, formar sus familias”, explicó Vázquez.

Es que Vázquez logró fama cuando su equipo en la secundaria “Carl Hayden” en Phoenix venció en una competencia de robótica a un equipo rival, mucho más experimentado y con mejores recursos, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El caso inspiró el documental “Underwater Dreams” y la película “Spare Parts“.

Esa victoria le permitió entrar al campo de STEM, logrando una licenciatura en ingeniería en la Universidad estatal de Arizona en mayo de 2009, aunque la alegría del diploma le duró poco porque, casado y con un recién nacido, Vázquez no podía ejercer su profesión por falta de “papeles”.

Vázquez se regresó a México para solicitar una visa pero, gracias a la intervención del senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, consiguió la residencia permanente en agosto de 2010.

Seis meses más tarde, Vázquez hacía sus maletas tras inscribirse en el Ejército, una aventura que lo llevó a realizar dos misiones en Afganistán, y posteriormente consiguió la ciudadanía a través de la “vía rápida” para miembros de las Fuerzas Armadas.

Obligación cívica

Ahora, como ciudadano y padre de dos hijos, no le cabe duda de que saldrá a votar en noviembre próximo.

“Creo que el que puede salir a votar y no lo hace, no tiene derecho a quejarse. Si no participas en la política, no estás activo en la comunidad, no votas, entonces no tienes derecho”, puntualizó.