Enlace: Kate, la villana favorita
Por ello es imprescindible que, antes de emitir juicios, esperemos a que Kate declare ante las autoridades
En México, el horizonte económico sólo anticipa más nubarrones. El peso se ha devaluado a niveles históricos, el precio del petróleo sigue en caída libre y pone en nuevos aprietos al ya de por sí limitado gasto público. Los pronósticos indican que la economía crecerá por debajo de lo esperado y que las únicas cosas que aumentarán son la pobreza y la desigualdad.
Ninguna de estas noticias, sin embargo, domina los medios como la recaptura de El Chapo Guzmán. Inicialmente se le dio amplio vuelo a la fallida entrevista que le hizo el actor y activista Sean Penn al capo, pero ahora todos los reflectores se han centrado en Kate del Castillo, quien hizo posible el encuentro.
Durante la última semana, la actriz mexicana, que vive en California y desde el pasado septiembre es también ciudadana estadounidense, ha sido blanco de todo tipo de ataques. La prensa le dedica amplios espacios a los mensajes que, según la PGR, ella y Guzmán intercambiaron, así como a los acuerdos que supuestamente negociaban los abogados del Chapo con ella.
Aunque el gobierno de Peña no ha presentado cargo alguno contra la actriz, la información filtrada sugiere que entre Del Castillo y Guzmán se habría desarrollado una sólida relación tanto amistosa como de negocios. La protagonista de la Reina del Sur, de acuerdo con lo difundido, no sólo buscaba que el capo le cediera los derechos para una filmar una película sobre él sino también quería que se asociara con ella para producir el tequila con la marca Honor del Castillo.
La actriz todavía no ha dado su versión de los hechos, pero ha señalado que la información se ha distorsionado. Quienes la conocen bien, como la periodista Lydia Cacho, aseguran que Del Castillo nunca aceptó dinero del narcotraficante ni para realizar la película ni para producir el tequila.
Como en toda historia, siempre hay dos lados. Por ello es imprescindible que, antes de emitir juicios, esperemos a que Kate declare ante las autoridades. Si bien hay muchos factores que hacen presumir que sus nexos con Guzmán son muy comprometedores, no podemos olvidar que el gobierno mexicano es único para mentir y fabricar historias, sobre todo cuando enfrenta graves retos económicos o cuando trata de vengarse de sus críticos.
No podemos olvidar tampoco que, más allá de esta telenovela, la administración de Peña tiene cuentas muy importantes que saldar, entre ellas la de perseguir con el mismo ahínco que a Kate a todos los que facilitaron la fuga de El Chapo y a todos los políticos corruptos que, como Humberto Moreira, se aprovechan de sus cargos públicos para enriquecerse de manera por demás escandalosa.