Clinton y Sanders debaten sobre quien puede hacerle frente a Wall Street
En un debate organizado a última hora en New Hampshire, los dos precandidatos demócratas discuten quien es más progresista y quien es capaz de enfrentarse a los grandes poderes económicos para evitar futuras recesiones.
Cinco días antes de las primarias de New Hampshire, los dos precandidatos presidenciales demócratas, Bernie Sanders y Hillary Clinton debatieron cara a cara sobre cuál de ellos está más capacitado para luchar contra los excesos de Wall Street y cual tiene las credenciales progresistas para satisfacer la expectativa de los votantes demócratas y hacer cambios en el país.
Fue una discusión animada, un debate abierto en el cual los dos candidatos discutieron uno con el otro, mientras los moderadores dirigían sin cortar los intercambios. El día anterior, ambos candidatos participaron en foros televisados en los que cada uno presentó su plataforma de campaña sin interrupción.
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El debate de hoy fue añadido a última hora por el Comité Nacional Demócrata y por las campañas, luego de críticas en torno al limitado número de debates demócratas que se habían realizado hasta entonces.
Hillary Clinton, la exsenadora y exsecretaria de estado, que también fue primera dama del país entre 1993 y 2001, se definió en el debate como una “progresista que logra resultados” y se defendió de críticas y ataques que la presentan como parte del establishment político y receptora de millones de dólares en donativos de grandes empresas, incluyendo financistas de Wall STreet.
Clinton argumentó que “muy pocos me caracterizan como parte del establishment, siendo la persona que aspira a convertirse en la primera mujer presidenta”.
Bernie Sanders, por su parte, se presentó como el agente de cambio, y se refirió a su capacidad de recabar fondos de más de 1 millon de personas, con un promedio de 27 dólares cada uno. “Yo represento a la gente, ella representa el establishment (estatus quo)”, dijo Sanders.
En algún momento del debate, la discusión se volvió candente, cuando Hillary acusó a Sanders de usar “ataques e insinuaciones” al referirse al dinero que la precandidata ha recibido de empresas financieras. “Yo nunca cambié mi voto porque alguien me diera dinero”, dijo Clinton.
Ambos discutieron sobre la mejor manera de controlar los excesos de Wall Street y prevenir manejos como los que llevaron a la reciente gran recesión. Sanders insistió en que hace falta el restablecimiento de las leyes “Glass Steagal” , que fueron revertidas en 1999 y que muchos consideran una de las causas de la crisis, al permitir a las compañías inversionistas de Wall Street usar los depósitos y las hipotecas de los clientes bancarios para venderlas y hacer grandes cantidades de dinero.
Sanders sugirió que sería necesario “romper los grandes bancos” que ahora son más grandes que cuando los rescatamos.
Clinton por su parte dijo que ambos estaban de acuerdo en que era necesario hacer lo posible por prevenir los excesos de Wall Street y dijo que ella “iría más allá de Glass Seagal”, pero rechazó la idea de que su desempeño dependa del dinero recibido o del dinero que recibió para dar discursos en entornos corporativos, incluyendo firmas de Wall Street, después que dejó el departamento de estado.
El martes 9 de febrero ambos candidatos se enfrentan en las primeras primarias del país (las de Iowa eran asambleas) y en este estado las primarias son abiertas, de manera que los independientes y personas registradas en partidos pueden votar por cualquiera de los candidatos.
Sanders, quien es senador del vecino estado de Vermont, lleva una sólida ventaja en las encuestas de New Hampshire sobre Hillary Clinton.