Enlace: Cruz y Rubio, víctimas de la xenofobia de Trump
Ojalá que estos ataques no queden como una simple anécdota en esta campaña por la presidencia
Primero fueron los mexicanos, luego los musulmanes y ahora son Ted Cruz y Marco Rubio.
En su afán por conquistar la Casa Blanca al precio que sea, Donald Trump no duda en demonizar con singular energía a los inmigrantes o a todos aquellos que, desde su perspectiva, no cumplan con los requisitos necesarios para ser considerados “estadounidenses puros”.
En los últimos días, el magnate ha enfilado sus baterías contra sus más cercanos adversarios en la lucha por la candidatura republicana poniendo en tela de juicio su elegibilidad para asumir la presidencia debido a sus antecedentes familiares y a su lugar de nacimiento.
Sobre Ted Cruz, quien le ganó en las asambleas electorales de Iowa, Trump ha cuestionado que el senador sea un verdadero estadounidense debido a que nació en Canadá, de padre cubano. Gracias a que su madre era, al momento de su nacimiento, ciudadana estadounidense, Cruz pudo optar más tarde por la ciudadanía de este país.
En cuanto a Rubio, Trump ha sembrado también la duda de que pueda convertirse en presidente porque su familia no es originaria de Estados Unidos. El senador nació en Florida en 1971, de padres cubanos que llegaron a este país en la década de 1950. Según Trump, este hecho podría ser un impedimento para las aspiraciones políticas de Rubio.
Aunque tanto Cruz como Rubio han hecho caso omiso de estos ataques, el millonario ha revelado que tiene pendiente una demanda para determinar la elegibilidad presidencial de ambos en el condado de Broward, en el estado de Florida. “Pienso que los abogados tienen que decir la última palabra sobre el asunto”, ha dicho el millonario.
Si bien todo indica que no existen bases legales para estos cuestionamientos, me imagino que tanto Cruz como Rubio han de sentirse tremendamente incómodos de que a ellos, que se creen con todos los derechos del mundo y que tanto han atacado a los indocumentados, alguien como Trump los juzgue por su lugar de nacimiento y por su origen familiar.
Ojalá que estos ataques no queden como una simple anécdota en esta campaña por la presidencia. Cruz y Rubio experimentan ahora lo que representa ser víctima de embates injustificados por parte de un individuo sin escrúpulos que, para cumplir sus fines, no duda en avivar las llamas de la xenofobia con mentiras y manipulaciones que sólo buscan sembrar el odio.
Ha llegado la hora de que, si de verdad quieren ser una alternativa totalmente distinta a Trump y ganarse a la comunidad latina, Cruz y Rubio terminen con su retórica antiinmigrante y ofrezcan propuestas justas y humanitarias para solucionar el problema de los indocumentados.