Obama entrega al Congreso plan para cierre de penal en Guantánamo
Oposición republicana en el Congreso promete bloquear el plan
WASHINGTON.- Decidido a “cerrar un capítulo” en la historia de EEUU y cumplir una promesa electoral de 2008, el presidente Barack Obama delineó este martes un plan de cuatro puntos para el cierre del penal en Guantánamo y el traslado de algunos terroristas a este país, pese a que tiene nulas posibilidades frente al bloqueo de la oposición republicana en el Congreso.
Durante una aparición pública en el Salón Roosevelt de la Casa Blanca, en la que no tomó preguntas de la prensa, Obama aseguró que tanto su antecesor republicano, George W. Bush, como su rival en la contienda de 2008, el senador republicano por Arizona, John McCain, apoyaron el cierre de la cárcel para terroristas, y él no desea dejar esa tarea pendiente para el próximo presidente.
“Podemos capturar a los terroristas, proteger al pueblo estadounidense y, si lo hacemos correctamente, podemos juzgarlos y colocarlos en nuestras prisiones de máxima seguridad”, dijo Obama al defender el controvertido plan.
“Se trata de cerrar un capítulo en nuestra historia… refleja las lecciones que hemos aprendido desde el 9-11, lecciones que deben guiar nuestra nación hacia adelante”, subrayó Obama, al señalar que mantener el penal abierto “contraviene” los valores de EEUU.
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Según el mandatario, el cierre del penal –donde aún permanecen 91 detenidos- tiene apoyo bipartidista, le quitaría una “herramienta de propaganda” a los jihadistas, y ahorraría dinero a corto y largo plazo. Tan sólo en el primer año, EEUU se ahorraría hasta $85 millones, para una prisión que conlleva un costo anual de $445 millones.
El penal, ubicado en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba) fue establecido después de los ataques terroristas de 2001 para albergar a “combatientes enemigos” capturados en el campo de batalla. Inicialmente, la instalación tuvo cerca de 800 detenidos, de los cuales más del 85% han sido transferido a terceros países, incluyendo más de 500 durante la Administración Bush y 147 en lo que va del mandato de Obama.
Obama explicó que el plan que el Pentágono entregará al Pentágono consiste en cuatro elementos: la transferencia “responsable” de 35 detenidos ya aprobados para un traslado a sus países o terceros países; acelerar la revisión de los demás detenidos; el uso de herramientas legales contra otros detenidos, y el traslado del resto a alguna instalación de máxima seguridad en EEUU.
El plan responde a la solicitud que hiciera el Legislativo sobre el costo y la logística de cerrar el penal en Guantánamo, pero no precisa nombre ni lugar de la cárcel de máxima seguridad para alojar a entre 30 y 60 detenidos en este país.
Sin embargo, funcionarios del Pentágono evaluaron 13 instalaciones para elaborar un estimado de costos, y ya habían visitado prisiones militares en Kansas y Carolina del Sur, además de una cárcel civil de máxima seguridad en Colorado, que alberga a algunos condenados por terrorismo.
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Obama dijo que EEUU continuará el proceso de las comisiones militares para juzgar a terroristas, en el que aún se encuentran diez de los detenidos. El plan prevé hacer ajustes al proceso de comisiones, que ha sido objeto de años de costoso litigio “sin resolución”.
El cierre del penal no es una “idea de izquierda radical” sino un asunto que ha preocupado durante años a EEUU y sus aliados, insistió el mandatario.
Oposición republicana
Obama pidió que se evalúe con seriedad el plan, pero de inmediato afrontó el rechazo de los republicanos en el Congreso, que mantienen en pie una medida que prohíbe el traslado de detenidos a suelo estadounidense, argumentando que eso supone un peligro para la seguridad nacional.
El presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, el republicano Bob Goodlatte, advirtió de las “indecibles implicaciones” de trasladar a “combatientes enemigos” a EEUU, por lo que consideró preferible que éstos se mantengan en el exterior, donde no puedan poner en peligro la seguridad de las comunidades.
This is an untested plan that contains untold implications for Americans’ safety & United States’ security. #Gitmo https://t.co/k3SwxehmJT
— Bob Goodlatte (@RepGoodlatte) February 23, 2016
El senador republicano por Kansas, Pat Roberts, difundió hoy un video en Twitter en el que arrugó vigorosamente un papel y lo tiró a la basura, en señal de rechazo al plan, a la vez que prometió bloquearlo.
.@POTUS, this is what I think of the "plan" to close #GITMO and send terrorists to the United States. pic.twitter.com/5ceyu5I2tc
— Senator Pat Roberts (@SenPatRoberts) February 23, 2016
Mientras, el senador republicano por Florida y aspirante a la nominación presidencial, Marco Rubio, prometió que, si gana en noviembre próximo, no sólo no cerrará Guantánamo sino que incrementará su población carcelaria.
“Cuando sea presidente, si capturamos vivos a terroristas, no tendrán una audiencia judicial en Manhattan ni serán enviados a Nevada. Van a ir a Guantánamo y nos vamos a enterar de todo lo que saben” sobre las redes terroristas, dijo Rubio, quien acusó a Obama de “dar prioridad a su legado por encima de la seguridad del pueblo estadounidense”.
Obama's plan to close Gitmo is a continuation of prioritizing his own legacy over the safety of the American people. https://t.co/1D3s9gKceY
— Marco Rubio (@marcorubio) February 23, 2016
Durante una conferencia telefónica con periodistas, funcionarios de alto rango de la Administración Obama explicaron que el Pentágono calcula que costaría entre $290 y $475 millones construir o modernizar una cárcel para el traslado de los detenidos desde Guantánamo, pero EEUU se ahorraría entre $65 millones y $85 millones en gastos operacionales, en comparación con el costo actual.
Consultado al respecto, Mel Levitsky, embajador jubilado y analista político en la Universidad de Michigan, vaticinó que el Congreso seguirá bloqueando los fondos para el traslado de los detenidos a EEUU, aún si son llevados a una prisión de máxima seguridad en Colorado o Illinois.
“Claramente, el cierre del penal en Guantánamo tiene una serie de obstáculos legales y políticos que superar antes de que el plan del Presidente se pueda llevar a cabo”, sentenció.
Obama aseguró que no es ingenuo y está consciente de las trabas políticas para el cierre del Guantánamo pero dijo que el pueblo estadounidense no tiene que temer por su seguridad, porque EEUU ya tiene en prisión a “terroristas realmente peligrosos” en suelo estadounidense sin consecuencias adversas.
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