Miércoles de debate: Con un nuevo presidente, ¿será una FIFA limpia?
¿Cambiará en algo el organismo rector del futbol mundial con la llegada de un nuevo 'líder'?
A tres días de la elección de un nuevo presidente de FIFA, uno de los cinco candidatos, el Príncipe Ali bin al-Hussein, pidió posponerla luego de que el organismo rechazó una petición suya para que las urnas donde los más de 200 miembros electores emitirán su voto sean transparentes.
Así el ambiente y las interrogantes que el llamado “FIFAgate” acarrea a la crucial elección.
Discutimos si la elección supone una nueva era de la FIFA con limpieza y credibilidad o si todo seguirá igual.
Ángel Soto / Una refundación
La FIFA debe refundarse independientemente de quien resulte electo. Hasta ahora el proyecto de los dos principales contendientes (Salman bin Ibrahim al-Khalifa, jeque de Bahréin, y Janni Infantino, abogado suizo) ha recibido buenas críticas por parte de expertos internacionales en temas de transparencia porque proponen una presidencia vigilada por un órgano de control externo, lo cual ayudará mucho para prevenir asuntos de corrupción, aunque, por supuesto, no será perfecto.
¿El primer paso del que gane? / Abrir el organismo a externos
El nuevo presidente, además de cooperar con las autoridades que investigan casos de corrupción, necesita abrir el organismo a personas externas para detectar y terminar con el mandato de personajes de la vieja guardia. El órgano debe ventilarse.
Jairo Giraldo / Puede arreglarse
La elección del viernes debe representar dos cosas. La primera, un cambio de guardia total para dejar atrás la etapa oscura propiciada por la corrupción generalizada, y luego un cambio estructural que proponga una rotación cada cuatro años en la presidencia con la participación efectiva de cada una de las federaciones afiliadas. Los contralores de gestión no podrían ser de la misma federación del presidente. Altos ejecutivos con grandes sueldos para que no roben.
¿El primer paso del que gane? / Anular elección de Qatar
Lo primero que debe hacer el nuevo presidente de la FIFA es declarar nula la elección del Mundial de Qatar de 2022 (con pruebas documentales de corrupción a la mano) y entonces abrir una nueva ronda de aspirantes.
Jorge E. Witker / Poco cambiará
Creo que lamentablemente la elección de un nuevo presidente poco o nada cambiará las cosas en FIFA. Me parece que se perfila apenas una renovación de nombres para mantener el status quo en el organismo. Ninguno de los candidatos que plantean un rompimiento con la actual estructura parece tener la fuerza suficiente para contar con una mayoría de votos que le permita llegar a la presidencia y, en efecto, romper con las estructuras del pasado que tanto daño han hecho.
¿El primer paso del que gane? / Limpiar la pésima imagen
El objetivo primario debería ser limpiar la imagen del organismo cuya credibilidad está por los suelos, pero siguen preocupados por temas absurdos como hacer crecer el negocio del Mundial y no mejorar la salud en otros rubros. Más de lo mismo.
Abraham Nudelstejer / Fin a bandoleros
Esta es la gran oportunidad para que la FIFA entre en una nueva era, una de modernidad administrativa y moralidad institucional. Al quedar fuera de la jugada los secuaces de Joseph Blatter, entiéndase Michel Platini y Jerome Valcke, se abre la puerta para que al organismo llegue un líder lleno de nuevas ideas y dispuesto a desterrar cualquier vestigio de corrupción. La elección el viernes es el final de la época en que la FIFA era manejada por un selecto grupo de bandoleros.
¿El primer paso del que gane? / Cancelar Qatar 2022
Cancelar el Mundial de Qatar 2022. Con el desmantelamiento de la sociedad corrupta de Blatter y compinches, ya no hay razón alguna para que ese disparate de una Copa del Mundo en el emirato de la península arábiga se lleve a cabo.
Ricardo López Juárez / Mucho negocio
Una mayor limpieza de la FIFA no vendrá por las oficinas de Zúrich, ni siquiera con un nuevo presidente de grandes ideales; cuando hay tanto dinero, tantas oportunidades de negocios y tantos intereses, la corrupción y el juego sucio son casi inevitables. No obstante, la fuerza de la opinión pública y el ejercicio de la justicia de parte de los gobiernos nacionales cambiarán las oscuras prácticas del fútbol organizado, y ese es el gran logro de la justicia de Estados Unidos con su gran golpe de 2015.
¿El primer paso del que gane? / Darle una mano al mundo
Casi por obligación moral, el nuevo presidente debe generar un megaprograma de impulso al fútbol como herramienta de desarrollo social en países pobres y así empezar a transmitir un mensaje de que la FIFA ha cambiado su esencia y su bandera.
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