¿Negociará Guerrero con el crimen organizado?
La Asociación de Comerciantes Establecidos en la Costera pide al gobierno la condonación de impuestos para poder cubir las "cuotas" al narco
MÉXICO – Los comerciantes establecidos en La Costera, la avenida más importante del puerto de Acapulco, titubean. Una mala decisión puede costarles la vida y por ello pidieron a la Secretaría de Hacienda la condonación de impuestos para poder pagar las extorsiones al crimen organizado.
Simplemente no pueden cubrir ambas cosas. O pagan al gobierno o a los delincuentes.
Y en Guerrero el gatillo manda, según se observa en la decisión que tomó la Asociación de Comerciantes Establecidos en la Costera.
“Pedimos respetuosamente a los tres órdenes de gobierno la condonación de impuestos para contar con recursos económicos y poder realizar el pago de cuotas a la delincuencia organizada para salvar el mayor número de vidas”, puntualizó la organización a través de su presidenta Laura Caballero.
La desesperación de los empresarios llega a tal punto que incluso llaman “hermanos” y “compañeros” a los integrantes de las 50 bandas delictivas (que no son otra cosa que un desparpajo del desmembrado cartel de Los Beltrán Leyva) y les sugieren “negociar entre sí para que no se genere la duplicidad de cobros”.
Las voces de estos hombres y mujeres de negocios revelan la desesperación que tienen como víctimas al ver que el otrora cotizado puerto se ha convertido en un montón de notas rojas, de asesinatos y balaceras; decapitados, desplazados y secuestrados.
Si no puedes con el enemigo, únete a él: lo advirtió desde julio pasado Jesús Narváez, de la Fundación para la Reconciliación y el Perdón en Medellín cuando aconsejó a los guerrerenses “llegar a acuerdos” con los grupos delictivos. “
Después de 60 años en Colombia entendimos que, aunque parezca absurdo, se tiene incluso que buscar que esas negociaciones se vuelvan ley”.
En las últimas horas, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias, solicitó a los malandrines una tregua para no asustar al turismo de Semana Santa ante la violencia que no cesa: la madrugada del lunes aparecieron dos cuerpos sin cabeza que se sumaron a otros casos de muertes a balazos en ocho colonias sólo este fin de semana.
Ya en una ocasión el gobierno del estado tuvo que pedir un diálogo con los secuestradores de tres médicos. Fue en junio pasado: en un comunicado de prensa el entonces gobernador Rogelio Ortega dijo que su administración pedía “con franqueza” un acuerdo “para proteger la integridad física” de los raptados pero finalmente fueron asesinados.
La inseguridad en el estado de Guerrero ha ido en incremento en número y crueldad a pesar de los operativos implementados desde el gobierno central desde 2011 con policías y soldados, unidades especializadas contra el secuestro y la extorsión y el cobro de piso, patrullajes las 24 horas en las calles y en los accesos al puerto.