Disney está imparable en la taquilla… pero, ¿cuáles son las consecuencias?
El éxito de taquilla de ‘Zootopia’, ‘The Jungle Book’ y ahora ‘Captain America: Civil War’ consolida al estudio como el más exitoso del año
El pasado fin de semana, casi el 90% de la taquilla en los primeros diez lugares fue recaudada por The Walt Disney Company, gracias al estreno de “Captain America: Civil War”, que ingresó $179.1 millones, y al continuado éxito de “Zootopia” y “The Jungle Book”.
Es más, la empresa ya ha superado, en tiempo récord, los $1,000 millones de recaudación en el país en lo que va de año… y la cantidad aumenta a más de $3,000 millones si se añaden los ingresos internacionales, también un hito histórico.
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Y el futuro de Disney, en salas de cine, no podría ser más alentador: en unas semanas llegarán “Alice Through the Looking Glass”, la secuela de “Alice in Wonderland” (que sumó $1,025 millones en todo el mundo en 2010), y “Finding Dory”, la continuación de “Finding Nemo” que es el tercer filme de más éxito de la historia de los estudios de animación Pixar, filial de Disney, tras “Toy Story 3” e “Inside Out”. Y a finales de año se presentarán “Dr. Strange”, otra producción de Marvel, al igual que la tercera parte de “Captain America”, que presenta a un nuevo superhéroe, y “Rogue One: A Star Wars Story”, de Lucasfilm, que expande el universo “Star Wars” más allá de la serie original.
Tanto Marvel como Lucasfilm son propiedad de Disney tras sus adquisiciones por alrededor de $4,000 millones cada una.
¿Qué peculiaridades presentan todos estos filmes? Todos, salvo “Zootopia” son secuelas, adaptaciones de otros medios o están inspiradas en productos previos. Todos disponen de unas campañas de promoción millonarias (por ejemplo, fuentes calculan los gastos de marketing de “Captain America: Civil War” en alrededor de $125 millones, lo que situaría su presupuesto en unos $375 millones). Y todos están o estarán conectados con las diferentes divisiones del estudio, ya sean los parques de atracciones o sus cadenas de televisión (Disney es propietaria de ABC, ESPN y Disney Channel, entre otras).
Lo que deja abierta otra pregunta: ¿qué sucede con ese otro cine, de mediano presupuesto, que solía ocupar las pantallas en los años 80 y 90 y que ahora parece haber desaparecido de las propuestas de la mayoría de estudios de cine?
Por ejemplo, Disney estrenó en enero “The Finest Hours”, que narra la historia real de un rescate en alta mar en la costa este en los años 50. Se trató de un melodrama tradicional, sin personajes animados o superhéroes. Solo recaudó $27.5 millones en el país.
Lo que lleva a lanzar una tercera cuestión: ¿volverá Disney a producir un filme original sin personajes animados, inspirado en uno de sus clásicos o con un superhéroe de por medio? ¿Y para qué hacerlo, si el público solo parece querer ver superproducciones en la gran pantalla?
Hoy, la compañía Disney presentará su reporte trimestral, y se espera que los resultados sean más que positivos, especialmente gracias a los estrenos de cine y los ingresos en sus parques (no tanto en la pequeña pantalla, donde ESPN está viviendo horas bajas debido a la reducción de subscripciones).
También se planteará la cuestión clave de quién será elegido para sustituir a su actual dirigente, Bob Iger, una vez este, que ha capitaneado la empresa de forma ejemplar, se retire en dos años, después de un fallido intento de sucesión reciente.
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Pero los accionistas sonreirán no solo ante los resultados económicos, sino ante el futuro, que ofrece un nuevo parque de atracciones en Shanghai, el inicio de la construcción de Star Wars Land en dos parques nacionales, el éxito de sus musicales teatrales en Broadway y alrededor del mundo, la expansión de los universos de Marvel y “Star Wars” en los próximos cinco años, y los rodajes de filmes como las secuelas de “Maleficent” y “The Jungle Book 2”, una nueva versión de “Mary Poppins”, y cintas en imagen real de “Dumbo” y “101 Dalmatians”.
Pero, y esta sí es la última pregunta, ¿cómo afectará esta política de producción, crear simplemente películas que resultan ser magnos eventos como intenciones posteriores de expansión en otros medios, a la industria del cine? ¿Puede el cine solo vivir de superproducciones? Para Disney la respuesta parece ser un rotundo (y exitoso) sí.