Senado aprueba juicio político contra Dilma Rousseff ¿y ahora qué pasa?
Permanecerá alejada de la presidencia hasta 180 días, mientras dura el juicio político en el Congreso
La presidenta Dilma Rousseff fue suspendida de su cargo por decisión del Senado de Brasil.
55 senadores votaron a favor del impeachment y 22 lo hicieron en contra.
Rousseff permanecerá alejada de la presidencia hasta 180 días, mientras dura el juicio político en el Senado.
Durante ese periodo, el mandato interino será asumido por el vicepresidente Michel Temer.
Si luego del juicio Rousseff es hallada culpable por dos tercios de la Cámara Alta, dejará definitivamente de ser presidenta y Temer completa el mandato hasta 2018.
La acusación
Rousseff está acusada de haber alterado cuentas públicas para maquillar el déficit presupuestario.
La denuncia alude en particular a lo que en Brasil se denominan “pedaladas fiscales”, que implican el uso de fondos de bancos públicos para cubrir programas de responsabilidad del gobierno.
El argumento es que esa práctica está prohibida por una ley de Responsabilidad Fiscal, pero el gobierno lo hizo de todos modos para exhibir mayor equilibrio entre ingresos y gastos.
Rousseff, que nunca ha sido acusada de enriquecimiento ilícito, niega haber cometido el crimen de responsabilidad que le atribuye la oposición o delito alguno que vuelva legal el juicio político.
La solicitud de “impeachment” para Rousseff fue entregada al Congreso brasileño en octubre del año pasado por tres abogados.
Uno de ellos, Hélio Bicudo, tiene 93 años y fue fundador del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff.
Lo que dice Rousseff
En una entrevista con la BBC, la mandataria suspendida afirmó que es una “víctima inocente”.
“Lo que en el gobierno creemos y lo que mis seguidores creen es que el proceso de juicio político en curso es ilegítimo e ilegal”, dijo en aquella entrevista a principios de mayo.
La mandataria brasileña dijo en ese entonces que el proceso en su contra “se basa en una mentira”.
Tanto Dilma Rousseff como sus seguidores argumentaron durante todas estas semanas que el “impeachment” llevado adelante en el Congreso de Brasil es un “golpe de Estado”.
Los seguidores afirman que la mandataria no cometió delito alguno y que el juicio político no debería aplicar en este caso.
¿Y ahora qué?
El corresponsal de BBC Mundo en Brasil, Gerardo Lissardy, explicó que el proceso de suspensión de Dilma Rousseff deberá continuar con una notificación formal a la mandataria de parte del Senado.
La Cámara Alta prevé decidir qué derechos conserva Rousseff mientras esté suspendida, por ejemplo si mantiene a sus colaboradores o el uso residencias y transportes oficiales.
Estos son los pasos previstos en adelante:
- Al día siguiente de la votación, el primer secretario del Senado comunica personalmente lo resuelto a Rousseff.
- El vicepresidente Michel Temer reemplaza interinamente a Rousseff en la Presidencia.
- El Senado inicia la fase de instrucción, con la presentación de pruebas y testimonios, y Rousseff presenta su defensa.
- La comisión especial del Senado elabora un nuevo informe sobre si la acusación procede o no.
- Ricardo Lewandowski, presidente del Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de justicia de Brasil, encabeza la sesión en el Senado que decide por mayoría simple si el proceso sigue adelante o se archiva, a partir del informe de la comisión.
- Si el proceso continúa, se abre la etapa de juzgamiento, siempre dirigida por el presidente del Supremo.
- El Senado, con presencia de la defensa y la acusación, puede convocar testimonios para interrogarlos.
- Los senadores discuten la decisión final, ahora sin la presencia de las partes.
- El Senado vota si la acusada cometió o no el crimen de responsabilidad que le imputan. En caso de ser condenada por al menos dos tercios de los senadores (54 votos en 81), Rousseff es destituida y Temer la reemplaza definitivamente hasta el fin del mandato. Si el impedimento es rechazado, Rousseff reasume la Presidencia.