Elección: Otro escollo en el camino de Trump
Con sus comentarios en contra de Susana Martínez seguramente perderá en Nuevo México
¿Qué es lo que Donald Trump tiene en de la cabeza? El empresario del copete rojizo se jacta de tener abundante masa encefálica; dice tener un Coeficiente Intelectual (I.Q., en inglés) prodigioso.
Puede que su puntaje en negocios, especialmente en engañar a la gente, sea uno de los más altos de Estados Unidos; pero en materia de políticas, el tipo simplemente se aplaza con una “F”.
En qué piensa Trump. En las elecciones primarias del Partido Republicano insultó a diestra y siniestra a sus enemigos. No solo a los candidatos políticos, sino también a gente común y corriente y a personas profesionales. Dijo que Megyn Kelly, conductora de televisión, era una “rubia tonta” y que estaba menstruando. A Ted Cruz, lo llamó mentiroso; a Rubio: pequeño; a Jeb Bush: sin energía.
En vez de estar unificando a su partido político, en vez de presentarse más presidencial ante el electorado nacional, lo que está haciendo es profundizar la discordia entre los norteamericanos.
En su visita a Alburquerque, Nuevo México, el martes, Trump no pudo contener su rabia contra la gobernadora Susana Martínez, la primera latina que asume el papel principal de un gobierno estatal.
Martínez mostró ambivalencia en torno a la capacidad de Trump de liderar la Casa Blanca. Criticó sus políticas anti-inmigrantes y sus planes de deportar a más de 11 millones de indocumentados.
Como Trump es como un palo de fósforo que se enciende con la mínima fricción, respondió con la misma vehemencia revanchista de un niño de cinco años. “Tenemos que conseguir que la gobernadora se ponga las pilas…tal vez voy a tener que mudarme por aquí para competir como gobernador de Nuevo México”, manifestó.
Con sus comentarios en contra de Martínez, es ya seguro que va a perder las elecciones en el Estado de Nuevo México y es muy probable que tengan repercusiones importantes en los estados aledaños, particularmente en Arizona.
Históricamente, Arizona ha sido un estado rojo, es decir dominado por los republicanos. Es de destacar, por ejemplo, que el senador John McCain ha logrado mantenerse en su puesto político gracias al respaldo de toda esa población conservadora.
Sin embargo, hoy el mismo McCain ha reconocido que Arizona puede estar en las postrimerías de convertirse en un estado azul. De ser así, Hillary Clinton tendría una gran oportunidad de llevarse todos los “electores” de Arizona en noviembre.
Donald Trump no entiende que el respeto a las bases políticas es sumamente importantes para llegar a la Casa Blanca. Los insultos contra la gobernadora Martínez son otro escollo que él mismo se planta en su camino hacia la Casa Blanca.