Éxito y trabajo con raíces y orgullo indígenas en Illinois y México

Descendientes de las comunidades originarias de México destacan en el ámbito laboral y de los negocios en Illinois y en la capital mexicana

Con un amistoso saludo y una sonrisa amplia Pola Carballo recibe a los comensales que visitan su singular negocio. La cafetería Café de Raíz nació hace cinco años en la Ciudad de México como una forma de rendirle tributo al maíz, de acuerdo Carballo.

Este negocio es propiedad de los hermanos Pola y Mardonio Carballo, descendientes de la comunidad indígena huasteca-veracruzana y cuya lengua nativa es el náhuatl.

Mardonio Carballo es un reconocido periodista y poeta que escribe poemas en náhuatl y es anfitrión de un programa de televisión en el que se difunden temas indígenas.

Tributo al maíz

Según Pola la manera de rendir tributo a su identidad es a través de las diferentes comidas que se preparan en el negocio que son principalmente a base de maíz: tamales,  pozole, atoles, chilaquiles y además un delicioso café en talega.

“Estos hermanos no han perdido sus raíces sino todo lo contrario han hecho de sus raíces una forma de vida y la promueven a otras personas a través de su comida y en este caso le rinden tributo al maíz”, señaló Salimah Cossens, historiadora mexicana.

Los hermanos Carballo consideran que el negocio es un lugar de resistencia porque dicen estar siempre en la lucha de la causa indígena.

“Buscamos promover nuestra cultura y tradiciones. Otros no conocen sus orígenes, nosotros lo sabemos y estamos orgullosos de ello”, señaló Carballo quien dejó Veracruz para establecerse en la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades hace 30 años.

Pola Carballo, originaria de Veracruz es copropietaria de la cafetería Café de Raíz ubicada en la Ciudad de México.
Pola Carballo, originaria de Veracruz es copropietaria de la cafetería Café de Raíz ubicada en la Ciudad de México.

La educación, la clave

Algunos descendientes de comunidades indígenas hacen empresa en México, pero otros trascienden fronteras como Berenice Tenorio, de 38 años.

Berenice Tenorio, es originaria de San Bartolo Tutotepec , en el estado de Hidalgo.

Ella comentó que San Bartolo es uno de los lugares más pobres y marginados de México: “Crecí con muy escasos recursos económicos pero siempre buscaba como mejorar y salir adelante”.

“Los descendientes de comunidades indígenas vienen de condiciones de extrema pobreza en Latinoamérica pero son trabajadores, estudiosos, tienen muchas ganas de progresar ellos destacan en eso”, señaló Juan Mora Torres profesor de historia latinoamericana en la Universidad DePaul en Chicago.

Tenorio destacó que el amor por sus raíces otomíes surgió por el contacto que ella ha tenido con esa comunidad. “Nunca he negado mis orígenes, me siento súper identificada con el pueblo en que nací y crecí, pese a que no hablo la lengua otomí siempre he tratado de preservar mis raíces”.

Aunque no tenía los recursos económicos para estudiar una carrera universitaria Tenorio quería superarse. “Terminé  la secundaria y como quise seguir estudiando busqué los medios para hacerlo a través de becas. Sabía que la educación iba ser clave para que pudiera tener mejores oportunidades y ser exitosa”.

La primera beca que consiguió fue para estudiar la preparatoria en la escuela privada La Salle. “Así fue como se me empezaron a abrir las puertas. Tenía el sueño de estudiar en el Tecnológico de Monterrey, busqué los medios para hacerlo y conseguí becas, estudié Comercio Internacional”.

Berenice sabía que para su profesión necesitaba tener dominio del inglés. “Necesitaba aprender inglés, así que una vez que me gradué viajé a Estados Unidos, tenía el objetivo muy claro: poder trabajar y aprender el idioma”.

Una vez dominado el inglés, la joven emprendedora probó suerte en el campo laboral y logró conseguir trabajo en la empresa Sigma Alimentos.

“Es una compañía internacional de México, que tiene presencia en todo Latinoamérica a través de ellos pude quedarme en Estados Unidos para trabajar con una visa de trabajo y empecé a incursionar en la industria de alimentos del mercado hispano en Estados Unidos”, explicó Tenorio, quien radica en EEUU desde hace 14 años.

En dicha empresa fue su primera experiencia laboral como profesional en Estados Unidos y para la cual laboró por cinco años. Después trabajó para la compañía Nuestro Queso en el área de alimentos. “Me contrataron en el 2009 para desarrollar toda una red de distribución y ventas en el Medio Oeste para sus productos”.

Oportunidades y trabajo

Tras cuatro años de trabajar para ellos, Berenice cristalizó su sueño de ser dueña de su empresa. “Quería tener mi propio negocio, tenía ahorros de los años que había trabajado, más aparte busqué financiamiento y en 2013 formé la compañía, el Grupo Premier Foods en Elk Grove Village, en Illinois”.

En su compañía trabajan 30 empleados y hacen la distribución de productos refrigerados a supermercados del mercado hispano en el Medio Oeste.

Berenice menciona que los logros alcanzados han requerido de horas de estudio y trabajo. “Fue difícil pero como fue parte de mi objetivo salir adelante yo tenía que luchar para lograrlo”.

Según Mora Torres, hay descendientes de comunidades indígenas mexicanas en varias ciudades de Estados Unidos como en Nueva York, Boston y Chicago. “Es la necesidad que los lleva a diferentes rumbos donde hay oportunidades y trabajos para ellos”.

Por ejemplo hay muchos indígenas zapotecas oaxaqueños, dice Mora Torres, que trabajan en las cosechas de Michigan, en las fábricas de Chicago y en los campos de Wisconsin.

María de la Luz, su hija Mintzita y Erasmo Campos residen en West Chicago. Los esposos han formado el grupo de danza Nuestras Raíces.
María de la Luz, su hija Mintzita y Erasmo Campos residen en West Chicago. Los esposos han formado el grupo de danza Nuestras Raíces.

Voces purépechas

El michoacano Erasmo Campos, de 43 años es supervisor en una fábrica de productos para albercas desde hace 10 años. Antes trabajó en el campo restaurantero por 17 años.

Erasmo, residente de West Chicago, es trilingüe, su lengua nativa es el purépecha y además habla español e inglés.

Según Mora Torres, en México han desaparecido muchas lenguas nativas, pero las dominantes, “las que tienen más hablantes son hoy el náhuatl, maya, zapoteca y otomí”.

En Estados Unidos las comunidades indígenas mexicanas tienen que aprender dos idiomas para comunicarse: el español con latinos y el inglés con los anglosajones, señaló el profesor. “Los indígenas rápidamente se mimetizan al emigrar a otros lugares, en este caso aprenden a hablar inglés y español. Las comunidades indígenas son las más flexibles a adaptarse sin perder los aspectos más importantes de sus raíces, cultura y tradiciones”.

María de la Luz Márquez, esposa de Erasmo, recuerda que al llegar a Estados Unidos solo hablaba purépecha y que con el paso del tiempo aprendió español e inglés. “Me gusta mi lengua purépecha porque no existe ni una sola mala palabra”, dice.

Esta michoacana y su esposo procedentes de la comunidad de Cheranatzicurin, en Paracho, Michoacán, buscan promover sus raíces a través del canto y la danza en Chicago.

Márquez y su esposo integran el coro de dos iglesias católicas y cantan con su familia en purépecha en un club de Casa Michoacán en el barrio de Pilsen. También ha formado el grupo de danza ‘Nuestras Raíces’.

“Cantamos pirekuas, bailamos la ‘Danza de los Viejitos’ y otros bailes para que conozcan nuestros hijos que son nacidos en Estados Unidos sus raíces”, contó María de la Luz, de 40 años. “Queremos que las futuras generaciones no se olviden de dónde vienen sus padres, cuál es su cultura, nuestras tradiciones, vestuarios, danzas, lo hermoso que es México”.

En la casa hablan purépecha y en la calle inglés y español .contó Erasmo, quien tiene una hija de 13 años nacida en Estados Unidos. “Queremos que mi niña preserve sus raíces por eso le enseñamos sobre nuestras tradiciones”, menciona Campos.

Culturas vitales

En México hay un total de 25 millones 694 mil 928 personas que se considera de ascendencia indígena, y de ellos 7 millones 173 mil 534 son hablantes de lenguas indígenas, según se indicó la Encuesta Intercensal 2015 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Fuente: Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de México (INALI)

Pueblos y lenguas indígenas mexicanas

En México existen 68 pueblos indígenas. Se hablan 364 lenguas o dialectos indígenas que provienen de 11 familias lingüísticas. Según el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de México (INALI), las lenguas náhuatl, maya, tzeltal, mixteco, tzotzil, otomí y zapoteco son las que tienen el mayor número de hablantes.

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