Curry anota sólo 11 puntos, pero la banca de Warriors destruye a Cavaliers
Golden State se lleva el primero de la serie final de la NBA en el Oracle Arena de Oakland
¿Pueden los Warriors de Golden State ganar partidos de campeonato cuando Stephen Curry, tal vez el más grande tirador de la historia, es dejado en 11 puntos? ¿Pueden hacerlo cuando el segundo mejor hombre del equipo, Klay Thompson, anota menos de 10 unidades?
La respuesta vino el jueves en el juego 1 de las Finales de la NBA 2016, cuando los campeones defensores derrotaron a los Cavaliers de Cleveland 104-89 a pesar de que los “Splash Brothers” se combinaron para apenas ocho canastas y 20 puntos. La banca de Golden State se hizo cargo.
Shaun Livingston anotó 20 puntos y encabezó los 45 tantos anotados por los jugadores suplentes de los Warriors. La banca de los Cavaliers solo respondió con 10 puntos.
LeBron James tuvo 23 puntos (9 de 21 en tiros de campo), con 12 rebotes y 9 asistencias, pero los esfuerzos compartidos y las contribuciones de todos los Warriors son difíciles de contrarrestar.
Solo Livingston anotó más de 16 puntos, pero siete hombres anotaron al menos 10 unidades.
Kyrie Irving anotó 26 puntos por los Cavs y Kevon Love 17, pero fuera de ellos solamente Tristan Thompson anotó arriba de 3 puntos. Así es muy difícil contra un conjunto tan balanceado como Golden State.
Harrison Barnes (13) y Andrew Bogut (10) se hicieron presentes en la primera parte del juego; luego aparecieron con frecuencia Draymond Green (16) y Andre Iguodala (12), pero fue Livingston, el suplente de Curry en la posición de guardia movedor, quien más lució, especialmente elevándose con esos tiros de media distancia aprovechando su gran estatura.
Ya cerca del final, Curry y Thompson sacudieron las redes con sus triples. El juego se pudo haber ganado sin necesidad de que lo hicieran. Los Warriors son un equipazo.