¿Es el ‘Alzheimer’ de Lee Baca una estrategia para evitar prisión?
La Fiscalía federal insiste en que, a pesar de padecer la enfermedad de Alzheimer, el exjefe del Sheriff angelino debe cumplir una condena de seis meses en prisión
Que el antiguo jefe del Sheriff angelino, Lee Baca, enfrente una sentencia de libertad condicional, en lugar de seis meses en prisión por mentir en una investigación federal, es la estrategia de su abogado.
A un mes de su sentencia por haber mentido en una investigación federal sobre maltratos y corrupción en las cárceles que estuvieron bajo su mando, la defensa legal de Baca insiste en que su cliente está en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, que se manifiesta como deterioro cognitivo.
Al juez que revisa el caso, el abogado Michael Zweiback ha pedido indulgencia por la salud de Baca y reducir la condena a libertad condicional que le permita revisiones médicas y tratamientos que retrasen el progreso del mal, que éste habría detectado al consular con un médico “problemas de memoria”.
Pero la fiscalía federal no ha cambiado de parecer. El asistente de la Procuraduría federal, Brandon Fox, indicó en una carta dirigida al juez que la sentencia sería “apropiada después de tomar en cuenta todos los lados del acusado Baca, incluyendo su crimen, su salud actual y su pronóstico probable”.
Fox argumentó que el antiguo jefe del Sheriff, quien acordó no disputar la acusación de pedir a sus subordinados que intimidaran a una agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), ha pensado estar por encima de la ley, por lo que buscar una condena menor mandaría un mensaje equivocado.
“En lugar de hacer cumplir la ley, el acusado Baca cometió un crimen por mentir al gobierno federal. Las acciones de Baca mostraron que creía que estaba por encima de la ley”, escribió Fox.
Antes de que se supiera del mal de Baca, la Asociación de Agentes del Sheriff de Los Ángeles (ALADS) reclamó que el castigo que se busca para éste era menor a la que recibieron dos agentes, Joey Aguiar y Mariano Ramírez, obligados a pasar 18 y 13 meses en una prisión federal, respectivamente, por falsificar informes relacionados con un incidente de uso excesivo de la fuerza.
Según la acusación, el 11 de febrero de 2009, cuando Aguiar y Ramírez trabajaban en el pabellón de detenidos violentos o que necesitan protección especial en la Cárcel Central para Hombres, estos golpearon con puños y una linterna y rociaron gas pimienta a un hombre que sufre de esquizofrenia y otros problemas mentales.
Tras el ataque, cita la acusación federal, los uniformados trataron de encubrir lo ocurrido redactando un reporte falso que fue enviado a la Fiscalía del condado para agregar cargos a la víctima.
“No justificamos el comportamiento de estas personas, sólo contrastamos el castigo que recibieron con la sentencia potencial del coautor intelectual del delito”, señaló George Hofstetter, dirigente de ALADS.
“No importa cuánto tiempo sirvió Baca, él será recordado para siempre por esta convicción y por la mala conducta que ocurrió bajo su liderazgo”, agregó Hofstetter.