Ante posible sentencia de 5 años en prisión, exsheriff de L.A. decide ir a juicio
Lee Baca enfrenta tiempo en prisión por un escándalo de corrupción que plagó al LASD
Ante la posibilidad de ir a prisión por un máximo de cinco años por mentir durante una investigación de corrupción en el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles (LASD), el exjefe de la agencia decidió ir a juicio y no aceptar su culpabilidad en el caso, como había aceptado en un acuerdo meses atrás.
La tarde del lunes Lee Baca llegó al acuerdo en una corte angelina, dos semanas después que el juez Percy Anderson rechazará un acuerdo con sus abogados de declararse culpable a cambio de una sentencia de no más de seis meses en prisión federal, esto debido a la enfermedad de Alzheimer que padece.
El pasado 18 de julio, fiscales del caso dijeron que la sentencia de seis meses en prisión era demasiado ligera.
Desde las 7 a.m., cuando Baca llegó a la corte, enfrentaba dos opciones: se declaraba culpable y enfrentaba una sentencia de hasta cinco años en prisión federal; o retiraba su culpabilidad, así confirmada en el acuerdo previo, y se jugaba la suerte en un juicio.
No fue hasta la 1:30 p.m. que se anunció la decisión, ya que el juez dio tiempo a sus abogados para que se llegara a un nuevo acuerdo. No se llegó a ningún acuerdo y se acordó ir a juicio en septiembre.
Baca enfrenta cargos por mentir al FBI cuando esta agencia federal llevaba a cabo una investigación de corrupción y maltrato de reos en la Cárcel Central de Varones.
El caso
Quien dirigió el Sheriff angelino por más de 15 años aceptó haber mentido en una investigación federal y se sumó al caso de corrupción desde la esfera más alta en el sistema penitenciario del condado.
Más de una decena de antiguos agentes del Sheriff han sido condenados hasta el momento como resultado de una extensa investigación que comenzó hace más de cinco años por el alegato de que se golpeaba y vejaba rutinariamente a presos y visitantes en la Cárcel Central de Varones.
Baca se retiró abruptamente en 2014, en medio de los escándalos relacionados con las cárceles y los intentos de sus agentes de intervenir en la investigación federal.
Los cargos en contra de Baca surgieron cuando éste dijo a investigadores que “no sabía” que sus agentes confrontarían a una agente del FBI que investigaba la cárcel por supuestos alegatos de mala conducta de los uniformados.
Después, Baca admitió que, además de sí saber que esto ocurriría, también dio órdenes a sus agentes que “hicieran todo, menos esposarla”, según su declaración original.
El exjefe también mintió cuando dijo a investigadores que no sabía sobre la acción de sus policía, cuando estos no permitieron que se llevara a cabo una reunión entre agentes del FBI con su informante en la cárcel, ante el miedo de que el informante hablara sobre la golpiza que los uniformados propinaban a los reos.
El asistente de la Procuraduría federal, Brandon Fox, indicó en una carta dirigida al juez que la sentencia sería “apropiada después de tomar en cuenta todos los lados del acusado Baca, incluyendo su crimen, su salud actual y su pronóstico probable”.
Fox argumentó que el antiguo jefe del Sheriff, quien acordó no disputar la acusación de pedir a sus subordinados que intimidaran a una agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), ha pensado estar por encima de la ley, por lo que buscar una condena menor mandaría un mensaje equivocado.
Pero con otros implicados la justicia no ha sido tan benévola.
Paul Tanaka, quien fuera el segundo al mando del LASD, fue sentenciado a cinco años en una prisión federal por obstruir una investigación sobre los abusos cometidos en contra de reos.
Tanaka, de 57 años, fue acusado de dirigir una conspiración para ocultar al preso Anthony Brown después de que el LASD supo que éste era un informante de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Durante el juicio, Tanaka, actual alcalde de Gardena, declaró que no sabía sobre dicho encubrimiento.