De aquí y de allá: DREAMers vuelven a Los Ángeles tras cumplir sueño de regresar a México

Un total de 33 DREAMers regresan triunfantes a EEUU después de reunirse con seres queridos en México

Grupo de Dreamers conocieron las pirámides de Teotihuacán durante su estancia en México. /Jacqueline García, Especial para La Opinión

El grupo de soñadores que viajó con el programa AP en el 2016. (Archivo) Crédito: California-Mexico Studies Center | Especial para La Opinión

Después de reconectarse con sus raíces y visitar distintos puntos de México durante tres semanas, 33 estudiantes indocumentados beneficiarios de DACA arribaron al aeropuerto de Santa Ana en el condado de Orange con un mayor entendimiento de sí mismos.

“Aprendí muchas cosas buenas y malas [en México] pero me quedo con las buenas”, dijo María Rodríguez, 22, estudiante de la universidad estatal de California, Bakersfield y quien pudo regresar a México después de 12 años.

“Fue una experiencia única,” dijo Erick Pérez-Salgado, estudiante de la Universidad Estatal de California, Northridge (CSUN) y quien se fue de su natal Toluca, Estado de México hace 15 años.

Los jóvenes, que viajaron con un permiso especial conocido como Advance Parole (libertad condicional anticipada), formaron parte de un curso de verano de la Universidad Estatal de California, Long Beach (CSULB) bajo la tutela del Dr. Alfredo Carlos. La clase se basa en la reintegración de herencia cultural, la cual fue impartida completamente en español.

El objetivo fue reconectar a los estudiantes con sus raíces para ayudarles a tener más confianza en sí mismos, explicó el Dr. Carlos, catedrático de la facultad de Ciencias Políticas y Estudios Chicanos en CSULB.

“Se dice que los mexicanos en Estados Unidos no somos ‘ni de aquí ni de allá’, pero la realidad es que queremos que los estudiantes no solo sepan [de sus raíces] pero que también sientan que aun son de aquí y de allá. Que tengan orgullo en poder ser binacionales y conocer ambas lenguas, inglés y español”, agregó.

Dreamers visitan el Centro Para Estudiantes Extranjeros (CEPE) en Taxco, Guerrero. /Jacqueline Garcia, Especial para La Opinión
Dreamers visitan el Centro Para Estudiantes Extranjeros (CEPE) en Taxco, Guerrero. (Foto: Jacqueline Garcia/Especial para La Opinión)

Carla Martínez, de 20 años y también estudiante de CSUN, dijo que le agradó regresar a su ciudad de origen Lerdo, Durango puesto que ella fue llevada a EEUU cuando tenía nueve meses.

“Me ha cambiado la vida totalmente. Aprendí cosas de mi pasado y de mis papás que no sabía”, dijo la joven que cursa Estudios para Sordos (Deaf Studies).

A su regreso sus padres y su hermano la esperaban en el aeropuerto ansiosos de poder escuchar todas sus historias camino a casa.

El arribo

Pérez-Salgado, de 26 años, dijo estar un poco nervioso al llegar al aeropuerto mientras esperaba para pasar con uno de los oficiales de inmigración.

En la sala de espera sus padres lo esperaban con nervios y emoción. “Teníamos un poco de miedo cuando nos enteramos que estaban en inmigración, pero estamos contentos que todo el grupo llegó con bien”, dijo Romualdo Pérez, su padre.

Por su parte el esposo de Rodríguez, Gabriel Gonzálezm quien la esperaba con un ramo de flores en la mano dijo que se sentía orgulloso de verla llegar aunque la duda le aterraba cuando se enteró que el avión había aterrizado.

“Me sentía nervioso porque cuando ella estaba ahí adentro [en inmigración] no sabia si era algo bueno o no, pero cuando salieron todos entonces vi que si era algo bueno”, dijo Gónzalez.

En inmigración, la mayoría DREAMers fueron escogidos al azar para pasar a una segunda revisión. En el pequeño cuarto de espera donde no cabían mas de ocho personas, cada joven esperó pacientemente alrededor de 10 minutos para recibir su pasaporte. Con la tan anhelada frase de “Welcome back” (Bienvenido/a de regreso) por parte de los oficiales de inmigración, cada DREAMer salió triunfante a recibir su equipaje y reunirse con su familia.

Familias anfitrionas

El martes por la mañana, entre lágrimas y risas, los jóvenes se despidieron de las familias anfitrionas que los hospedaron en sus casas por una semana y media en Cuernavaca, Morelos.

Parte del programa incluyó que ellos residieran con familias locales para tener una mejor idea de cómo es vivir en México.

Mediante guisados preparados por las madres anfitrionas, las platicas acerca del país y de la vida cotidiana de los mexicanos, los DREAMers pudieron aprender más acerca del país que dejaron tiempo atrás.

Gabriel González, esposo de María, la abraza y le entrega flores para recibirla después del viaje de los dreamers de 3 semanas. /Jacqueline García, Especial para La Opinión
Gabriel González, esposo de María, la abraza y le entrega flores para recibirla después del viaje de los dreamers de 3 semanas. (Foto: Jacqueline García/Especial para La Opinión)

“Estoy muy feliz de recibir a DREAMers en mi hogar porque conocer parte de sus vidas me da mucha esperanza y alegría por ellos de que puedan regresar a su país de origen”, dijo Araceli Vázquez, quien ha sido madre anfitriona por los pasados 25 años para diferentes grupos de estudiantes extranjeros.

Vázquez dijo que espera que muchos más DREAMers regresen a México “para realizar su sueño” de conocer sus raíces.

Los DREAMers dijeron estar orgullosos que a cuatro años de la implementación de DACA ellos ya tuvieron la oportunidad de viajar fuera del país y regresar sin problemas.

El 15 de agosto del 2012 DACA fue implementada por primera vez y hasta el momento alrededor de 800,000 jóvenes han obtenido su alivio migratorio temporal, según estadísticas del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS).

Después del viaje, el Dr. Carlos dijo que se sentía muy orgulloso y feliz de que todo salió bien al regresar con todos los estudiantes.

“Ahora ellos regresan con sus familias más fuertes y determinados. Entienden lo que es importante en la vida: la familia, amistad, y luchar por una vida digna,” concluyó.

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