En la crisis de vivienda, el ‘Nuevo San Francisco’ se llama Richmond

Ignorando el incremento de los desalojos, el alcalde y dos concejales frenaron el establecimiento de un moratorio al desarrollo inmobiliario en Richmond

Manifestantes frente al Ayuntamiento de Richmond, donde apoyaron la propuesta de un moratorio a los desalojos de vivienda.

Manifestantes frente al Ayuntamiento de Richmond, donde apoyaron la propuesta de un moratorio a los desalojos de vivienda. Crédito: Fernando Torres / La Opinión de la Bahía

En una dramática audiencia pública, el Ayuntamiento de Richmond, al este de la Bahía, rechazó un moratorio de emergencia para suspender los desalojos y los aumentos al precio de los alquileres, razones que están empujando al éxodo a cientos de residentes de medios y bajos ingresos.
La tímida resolución de 45 días de moratorio propuesta por la concejal Gayle McLaughlin fue derrotada con un voto de tres en contra y cuatro a favor. Aunque fueron más los concejales que lo apoyaron, para que el moratorio fuera aprobado se e necesitaba una supermayoría de seis votos.

Oakland aprobó un moratorio similar de 60 días y Alameda de 65 días. El año pasado San Francisco rechazó el primer moratorio propuesto en el Área de la Bahía que hubiese detenido la construcción de viviendas lujosas por 18 meses en tanto se analizaban soluciones para frenar los desplazamientos.
Según activistas y abogados de inquilinos, Richmond se está convirtiendo en el ‘Nuevo San Francisco’ y se afirma que al término del presente año los desalojos podrían tener un alarmante incremento del 65%. Sólo entre inquilinos que buscan asistencia jurídica “el año pasado atendimos a 730. Ahora, en septiembre de 2016 -ni siquiera se ha terminado el año- ya hemos atendido a 790 inquilinos. Si usted hace el cálculo, podríamos anticipar que habrá una aumento de un 65% en la cantidad de inquilinos desalojados”, dijo Oraneet Orevi, abogado de la corporación de ayuda legal Bay Area Legal Aid.
En particular, el desplazamiento afecta a latinos, afroamericanos y otras comunidades de color a las cuales se les “están enviando, con 30 o 60 días de anticipación, avisos de desalojo sin causa justa”, dijo Orevi.
El moratorio también fue concebido para evitar que los votantes se vayan de Richmond. Con un afiche en la mano, la joven activista Edith Pastrano dijo que la propuesta es “para asegurarnos de que haya más tiempo para que los inquilinos puedan votar en las elecciones de noviembre; por el control de la renta y causa justa para los desalojos. La idea es también defender la democracia porque las personas desalojadas se estarían yendo sin emitir su voto,” dijo Pastrano, de la coalición Alianza Californiana para el Poder de la Comunidad.
Durante la audiencia y por largos períodos de tiempo, el concejal Nathaniel Bates, quien se opuso al moratorio, parecía desinteresado, incluso con sueño, mirando la pantalla de su computadora portátil mientras se expresaban cerca de 40 desgarradores testimonios de vecinos viviendo la angustia y la incertidumbre del desalojo. Esta medida está “interrumpiendo la tranquilidad de la ciudad… no sabemos cuánto va a costar”, dijo en una de sus cortas intervenciones.
McLaughlin dijo que con el moratorio se trata de “frenar la toma de la ciudad por parte de gente con altos ingresos… No se trata de dinero, se trata de ayudar a la gente de bajos ingresos”.
María Escalante, quien alquila con su familia una casa en la Avenida Duboce, al norte de Richmond, dijo que sus cuatro hijos serán los más afectados. “Estamos pagando $1,200. Ahora el dueño nos quiere cobrar $500 más. ¿Cómo vamos a conseguir $1,700? Tengo un hijo que está estudiando en San Francisco State y los otros tres están en escuelas primarias y secundarias. Mi marido es el único que trabaja. Estamos pensando en mudarnos a Vallejo, pero es imposible porque mi hijo toma el Bart aquí en Richmond para ir a la universidad. ¿Nos quieren ver en la calle? Todo lo que quieren es llenar sus bolsillos. ¡Es una locura!”, dijo Escalante.
El alcalde Tom Butt trató en vano de anular la votación alegando que la medida proviene de una antigua ordenanza ya discutida. Butt dijo que “el control de alquileres (rent control) es la causa de la crisis habitacional”, un comentario que provocó la risa de la audiencia que abarrotó el Ayuntamiento.

La concejal Jovanka Beckles reprocha que el alcalde de Richmond, Tom Butt, haya rechazado el moratorio a los desalojos de vivienda.
La concejal Jovanka Beckles reprocha que el alcalde de Richmond, Tom Butt, haya rechazado el moratorio a los desalojos de vivienda.

“Yo, mi familia, estamos siendo desalojados sin ningún motivo”, dijo German Sevilla. La misma suerte corren decenas de familias que viven en el edificio de apartamentos donde vive Sevilla, en la Calle 24 con la Avenida Garvin “No tenemos un lugar adónde ir. Es muy difícil encontrar un lugar asequible para vivir. Pero mientras seguimos pagando el alquiler no nos pueden desalojar”, afirmó Sevilla.
En un conmovedor momento después de la votación, la concejal Jovanka Beckles se puso de pie y señaló con el dedo al alcalde Butt y al concejal Bates encarándolos: “estos son los dueños, los propietarios … ¡Vergüenza debería darles!”
La votación, descrita como “deshonrosa” por el público, envía un mensaje desalentador a cientos de vecinos de Richmond y augura lo que será una dura batalla cuando los votantes decidan en noviembre sobre una propuesta para establecer el control de alquileres, una Comisión para el Alquiler y el desalojo sólo con causa justa. Asignada con la letra L, esta proposición fue rápidamente apodada por sus partidarios como ‘Proposition Love’ (Referendo Amor).

En esta nota

Desalojos Richmond San Francisco vivienda Vivienda Asequible

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain