¿Es LAX realmente un aeropuerto tercermundista como dice Trump?
"Quizás Donald Trump ha estado demasiado ocupado volando en su jet privado"...
Durante el debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump del pasado 26 de septiembre, el polémico magnate afirmó que el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX) era propio de un país tercermundista. Trump hizo esta proclama comparando éste y otros aeropuertos de Estados Unidos como el John F. Kennedy, La Guardia o el Newark, con los de Dubái, China o Qatar.
“Quizás Donald Trump ha estado demasiado ocupado volando en su jet privado como para ver las mejoras que se han hecho en LAX… Creo que sus comentarios sobre LAX provienen de donde lo hace la mayor parte de lo que dice: de su imaginación”, sentenció rotundamente Eric Garcetti, el alcalde de Los Ángeles, durante una entrevista con la emisora KPCC en respuesta a las acusaciones del candidato republicano.
¿Qué hace malo a un aeropuerto?
Ciertamente, el término elegido por Trump es poco afortunado, ya que habitualmente se ha empleado para referirse a países empobrecidos en desarrollo y cada vez es considerado más obsoleto y ofensivo.
Además de 87 destinos nacionales, LAX permite viajar de manera directa a un total de 69 ciudades en otros países. Considerado el séptimo del mundo con mayor volumen de pasajeros, en 2015 registró casi 75 millones. También es el tercero de Estados Unidos en número de vuelos, con hasta 655,564 el año pasado.
Quizá si comparamos el aeropuerto con alguno de los peores aeropuertos de un país considerado en desarrollo, como Nigeria, podemos apreciar la diferencia: el aeropuerto Port Harcourt, ubicado cerca de la capital, Lagos, es considerado uno de los más corruptos del mundo y, durante mucho tiempo, ni siquiera tenía paredes y suelos propiamente dichos. A día de hoy, la sala de llegadas es todavía una tienda.
LAX ha sido criticado por sus largas colas en inmigración, con tiempos de espera considerados entre los más altos —en torno a 15 o 20 minutos. En el Aeropuerto Internacional Jeddah King Abdulaziz de Arabia Saudí, la mala gestión de los funcionarios que muchas veces ni siquiera están en su puesto hace esperar a los viajeros durante horas en la fila.
Y si estás en el Aeropuerto Internacional Ho Chi Minh City Tân Sơn Nhất de Vietnam, igual te enfrentas a larguísimos retrasos y problemas con el papeleo si te niegas a sobornar a los funcionarios de inmigración, como han denunciado varios viajeros.
De LAX también se ha dicho que no tiene buenas condiciones de limpieza, pero difícilmente se dará el caso de que algún viajero se deshidrate a propósito con tal de evitar usar los servicios —como un viajero afirmó haber hecho en la encuesta de Sleeping In Airports sobre los 10 peores aeropuertos del mundo para no tener que ir al baño en el Aeropuerto Internacional Kathmandu Tribhuvan de Nepal, cuyas pésimas condiciones higiénicas son legendarias entre los viajeros.
También hay que atender a qué nos lleva a considerar que un aeropuerto sea bueno: ¿es tanto el número de enchufes para que carguemos el móvil o la opción de acceder a comida gourmet, o tal vez su seguridad? Porque hay aeropuertos como el de Toncontín en Tegucigalpa, Honduras donde los aviones tienen que hacer esta clase de maniobras para poder aterrizar:
Fallos y soluciones
Corrección política y proporcionalidad aparte, ¿está justificado de alguna forma el ataque de Trump?
En marzo de este año Skytrax publicó su lista anual de los 100 peores aeropuertos del mundo, en la que LAX ocupaba la posición 91. Los motivos que señalaron los usuarios estaban relacionados principalmente con su gran tamaño y el enorme volumen de vuelos que registra a diario, y que da lugar a instalaciones abarrotadas, largas colas para pasar los controles de seguridad o de inmigración y densos atascos de tráfico para acceder a él.
Otras críticas de los usuarios indicaron que los empleados eran maleducados, los restaurantes de mala calidad y las instalaciones estaban sucias. LAX también salió mal parado en un ránking de marzo que lo situó como el cuarto aeropuerto con las colas más largas en aduanas y controles de inmigración.
Sin embargo, de acuerdo a las declaraciones de Naomi Seligman, directora de comunicaciones de Garcetti, la ciudad está inviertiendo más de $14,000 millones en su mejora actualmente, lo cual constituye “el mayor programa de obras públicas en la historia de nuestra ciudad, financiado con dinero local” y que hará de LAX “uno de los destinos más tecnológicamente avanzados del mundo”.
Entre las mejoras que se han llevado a cabo están la rehabilitación de sus ocho terminales y la construcción de una novena, la Tom Bradley International Terminal, que se inauguró en 2013. Este mismo jueves se abrirá también el Terminal 4 Connector, que conectará esta terminal con la Tom Bradley International y acelerará el acceso a las 5, 6, 7 y 8.
El acceso a LAX es ciertamente uno de los mayores dolores de cabeza de los viajeros: los conductores que acuden a recoger o llevar a alguien suelen tener que afrontar retenciones de hasta más de una hora.
Según Garcetti, reducir el tráfico que siempre rodea la terminal central del aeropuerto es el último paso del plan para modernizar y mejorar las instalaciones. Al respecto el alcalde mencionó el plan de $275 billones de Clinton para invertir en la infraestructura de las ciudades, y también que Obama había trabajado de manera cercana con la ciudad de Los Ángeles para establecer un nuevo sistema que conecte el aeropuerto al transporte público.
Éste consiste en una red ferroviaria con una estación de tren ligero conectada a un servicio “people-mover” (lanzaderas automatizadas de pequeño recorrido que llegarían hasta los aviones), para establecer un nexo entre la terminal, el transporte público y un nuevo centro de alquiler de coches. Podría reducir hasta un 40% del tráfico en la zona aunque, por desgracia, no se prevé su inauguración hasta 2023.