Franky Carrillo: por qué se debe votar no en la Propuesta 66

Francisco (Franky) Carrillo es un hombre que fue condenado por un crimen que no cometió en California y paso 20 años tras las rejas antes de ser liberado. Él comparte con los lectores su opinión personal sobre la pena de muerte en California y en contra de la Propuesta 66, una medida para apurar las ejecuciones en el estado

Un manifestante  en contra de la pena de muerte.

Un manifestante en contra de la pena de muerte. Crédito: GETTY

Algunas personas piensan que, si alguien es condenado por un crimen, es porque es culpable. Pero la realidad es que nuestro sistema penal no es perfecto y personas inocentes suelen ser condenadas por crimines que no cometieron, como me paso a mí.

Cuando yo tenía 16 años, fui injustamente condenado por un crimen que no cometí. Pase 20 años tras las rejas antes de poder comprobar mi inocencia. Ese error me robo dos décadas, pero a otras personas les ha robado la vida.

Es por eso que los votantes de California deben votar NO en la Propuesta 66, una medida que propone acelerar las ejecuciones en California y pondrá vidas inocentes en peligro.

La Propuesta 66 aumenta enormemente el riesgo de ejecutar a una persona inocente en California. Sabemos que, a lo largo del país, más de 150 personas inocentes han sido condenadas a morir y la mayoría de ellas son latinos o de raza negra. Y aunque yo no fui condenado a muerte, mi caso ilustra las imperfecciones de un sistema que suele ir en contra de los jóvenes pobres, Latinos como yo.

Al reconocer esto, es atemorizador saber que la Propuesta 66 es una medida basada enormemente en defectuosos sistemas de pena de muerte de estados como Texas, en los que personas inocentes ya han sido ejecutadas.

De hecho, hay un caso trágico de Texas que aún me causa escalofríos, ya que podría haber sido yo.

En 1989, el estado de Texas ejecuto a Carlos DeLuna por un crimen que él no cometió. Al igual que yo, Carlos fue víctima de una identificación errónea por un testigo, aunque no existía ninguna evidencia forense que corroborara la identificación del testigo. Los dos nos esforzamos para comprobar nuestra inocencia. En mi caso, pasaron 20 antes de lograrlo y alcanzar la libertad. En el caso de Carlos, se comprobó su inocencia 29 años después del crimen, pero dos décadas después de su ejecución.

Este tipo de injusticia no tiene lugar en California.

La Propuesta 66 es un imprudente experimento que los defensores de la medida han disfrazado de justicia. Pero la realidad es que la pena de muerte en California no tiene arreglo, y cualquier arreglo que sea propuesto para forzar al estado a apresurar ejecuciones aumentara el riesgo de que cometamos un error irreversible.

Desde que puedo comprobar mi inocencia, paso mi tiempo con mi familia y amigos. Cada momento está ahora lleno de felicidad. Pero no dejo de pensar en la familia y amigos de Carlos DeLuna. Su ser querido fue ejecutado por un crimen que él no cometió. Pienso en mis logros – me gradué de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles – y en los sueños que Carlos nunca podrá alcanzar.

Este noviembre, recordemos que no debemos apurar la justicia, porque con la pena de muerte no hay marcha atrás.

Voten NO en la Propuesta 66 y díganle no a este peligroso e imprudente experimento que aumenta el riesgo de que cometamos un error letal e irrevocable en California, tal como lo hizo Texas con Carlos DeLuna y muchas más personas inocentes.

Francisco (Franky) Carrillo pasó 20 años tras las rejas por un crimen que él no cometió. Él ahora vive en Los Ángeles, California con su familia.

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