Canadá investiga un misterioso pitido que emerge del mar en el Ártico
Las fuerzas militares de Canadá investigan un sonido de origen desconocido que fue reportado por habitantes locales y que está asustando a los animales autóctonos de esta remota región del Ártico
La mayoría lo describen como un pitido, pero hay quienes detallan que es más parecido a un silbido o incluso, a un zumbido.
En lo que todos coinciden es que nunca antes habían escuchado este misterioso sonido que desde hace un par de meses emerge del fondo del mar en el estrecho de Fury y Hecla, una remota región del Ártico perteneciente a Canadá.
Este viernes fuerzas militares canadienses se trasladaron al lugar para investigar el extraño sonido que, según los habitantes locales, ha asustado a la fauna autóctona.
A pesar de las búsquedas en el área con múltiples sensores, los militares no consiguieron explicar las “anormalidades acústicas”.
“Lo único que el equipo encontró en el área de interés fueron dos grupos de ballenas y seis morsas”, informaron fuentes militares canadienses a la BBC.
Un portavoz del Departamento de Defensa Nacional del país dijo que la causa del pitido sigue siendo un misterio.
“Sospechoso”
El área de donde proviene el sonido es un estrecho canal de agua en Nunavut, el territorio más grande y menos poblado de Canadá, ubicado al norte del país, al lado de Groenlandia.
“Es una de las áreas de caza más grandes en invierno y verano, porque se trata de una zona de aguas abiertas rodeada de hielo, donde se encuentran mamíferos marítimos en abundancia”, contó Paul Quassa, miembro de la asamblea legislativa de Nunavut, a la cadena de noticias canadiense CBC.
“Y este verano casi no habían animales. Eso se convirtió en algo sospechoso“, agregó Quassa.
Los medios locales han manejado diversas posibles explicaciones.
Por ejemplo, han especulado que el pitido es causado por submarinos militares, por sondeos de empresas mineras y hasta han culpado a Greenpeace, argumentando que la organización ambientalista está ahuyentando a la vida silvestre a propósito en temporada alta de caza.
Sin embargo, las compañías mineras locales insisten en que no trabajan en la zona, Greenpeace niega cualquier responsabilidad y los militares dicen que ningún submarino nacional ni extranjero ha operado en la zona según sus registros.
El misterio continúa.