Por qué el presidente electo necesita doblar esfuerzos en energía solar

El presidente electo, Donald Trump, está enviando una fuerte señal sobre dónde se basa en el medio ambiente con su elección de Scott Pruitt como jefe de la Agencia de Protección Ambiental recientemente. El Sr. Pruitt, un escéptico del cambio climático, es conocido como un aliado cercano a la industria de combustibles fósiles.

El propio Trump se ha comprometido a retirarse del acuerdo climático de París, el esfuerzo internacional más ambicioso hasta ahora para hacer frente al calentamiento global. Trump incluso llamó al calentamiento global un “engaño” compuesto por los chinos.

Como ecologista, al frente de una compañía solar de California, realmente espero que cambie sus opiniones sobre estos temas. Nuestra compañía abastece en gran parte a la comunidad latina y muchos clientes interesados están esperando ansiósamente para ver qué sucede después. Al igual que yo, están apostando por un futuro en el que la energía solar siga creciendo.

Hay dos razones simples del por qué: El precio de la energía sigue subiendo y la energía solar permite que los equipos de compra o arrendamiento queden con la misma tarifa. De lo contrario, los clientes de servicios públicos van a lidiar con aumentos astronómicos de las tarifas en varias ciudades de California.

Pero aquí es donde el factor Trump está enviando un efecto domino aterrador a través de la industria solar. La razón principal por la cual podemos ofrecer precios tan competitivos es debido a un crédito fiscal federal en proyectos solares y eólicos.

Es básicamente un crédito fiscal del 30 por ciento para los sistemas solares en propiedades residenciales y comerciales. Esto nos permite pasar ese ahorro a los clientes residenciales y comerciales.

Pero en enero todo podría cambiar cuando un nuevo presidente entre en la Casa Blanca. Como muchos en mi industria, me preocupa que esos créditos fiscales que han impulsado el crecimiento y creado empleos en mi industria, puedan convertirse en un objetivo bajo Trump. Si la nueva administración quiere frustrar la energía solar, podrían anticipadamente terminar con el crédito tributario por inversión solar del 30 por ciento, que fue ampliado recientemente por el presidente Obama.

Pero incluso, si el presidente entrante no lo mira desde un punto de vista ambiental, estoy contando con el hecho de que él mirará los números crudos. Lo que antes era visto como un negocio ambiental costoso, ahora se está convirtiendo en algo corriente . No sólo se ha convertido en rentable, pero la industria solar también está creando miles de nuevos trabajos.

La energía solar emplea a unas 300 mil personas en todos Estados Unidos. Solamente en California, más de 75 mil personas trabajan en el sector solar. Después de todo, acogiendo la energía solar, el presidente electo estaría cumpliendo una promesa de campaña para poner a más estadounidenses de vuelta al trabajo y ayudar a aquellos que están luchando para mantenerse al día con sus cuentas mensuales.

Tengo la esperanza de que Trump cederá. Después de todo, el Presidente electo recientemente se reunió con grandes ambientalistas como Al Gore y Leonardo DiCaprio para discutir ámpliamente desde el medio ambiente hasta los trabajos ecológicos.

El mensaje que queremos que él obtenga es limpio y claro: ahora es el momento de duplicar esfuerzos en las energías renovables.

David Separzadeh dirige Sun-Time Energy en Los Ángeles, California. Es una de las principales empresas de energía limpia en la nación y está a la vanguardia del “Movimiento Verde”. Sun-Time gestiona los diseños e instalaciones del sistema de energía solar.