Cinco nuevas leyes para controlar las sustancias tóxicas en California
Las deficiencias del DTCS han llevado a legisladores del sur de California a proponer medidas que refuercen y reformen el organismo
Legisladores del sur de Californian han introducido esta semana un paquete de cinco leyes destinadas a aumentar el control sobre las industrias que trabajan con sustancias tóxicas.
El Departamento de Control de Sustancias Tóxicas estatal (DTSC, por sus siglas en inglés) es el organismo encargado de regular y vigilar a estas compañías y asegurarse de que cumplen la legislación y se deshacen de los desechos tóxicos adecuadamente. Sin embargo, la labor de este departamento ha sido ampliamente cuestionada a raíz de una serie de casos que han llevado a los legisladores a actuar, explica el asambleísta Miguel Santiago de Los Ángeles.
Cita el ejemplo de la compañía Exide Technology, que operaba una planta de reciclaje de baterías en Vermont y operó durante tres décadas con un permiso temporal y escasa supervisión hasta que en 2015 acordó cerrar sus instalaciones para evitar afrontar cargos federales.
Jerry Brown tuvo que firmar una legislación de emergencia en abril de 2016 para aprobar una infusión de 176.6 millones de dólares (que deberán ser reembolsados por la compañía) con los que limpiar hasta 2,500 propiedades en un radio de 1.7 millas en torno a la fábrica de Exide que habían sido contaminadas con plomo.
“No hay excusa y es inexplicable que hubiera un fracaso completo por parte de la agencia a la hora de atender ese problema antes”, afirma Santiago.
Suya es la ley AB 246, que promoverá que las instalaciones de las compañías que trabajan con sustancias tóxicas utilicen dispositivos de monitorización que ayuden a detectar la contaminación y requerirá que los reguladores locales de la calidad del aire den su aprobación para la concesión de los permisos.
Otra de las nuevas leyes es la AB 248 de la asambleísta Eloise Gomez Reyes de San Bernardino, que requerirá que las instalaciones que operen con deshechos tóxicos envíen las solicitudes de renovación de sus permisos dos años antes de que venza el actual, con el fin de evitar lapsus. Además, la agencia tendrá que compartir un calendario público de sus revisiones.
Una tercera ley, la AB 245, ha sido redactada por el asambleísta Jimmy Gomez de Los Ángeles y exigirá que las instalaciones que operen con deshechos tóxicos cumplan con requisitos financieros más exigentes para asegurar que tienen los fondos necesarios para la limpieza de contaminantes. Asimismo, el departamento tendrá que realizar una audiencia comunitaria cuando unas instalaciones soliciten renovar su permiso.
Gomez es también el autor de la AB 249, que aumentará el máximo de penalizaciones que puede imponer el departamento.
La quinta y última ley es la AB 247 y es obra de la asambleísta Cristina García de Bell Gardens. que creará una fuerza a nivel estatal destinada a reducir el envenenamiento por plomo.
Con estas leyes, los legisladores esperan reformar y fortalecer el DTSC para que haga un control más exhaustivo y efectivo de las actividades industriales contaminantes en el futuro.
El portavoz de la asamblea Anthony Rendón explicó en una declaración que “la meta de este paquete legislativo es un Departamento de Control de las Sustancias Tóxicas más transparente, responsable y reactivo – y comunidades más sanas y seguras por toda California”.