Video: ‘Belleza tras las rejas’, la historia de los reos manicuristas de California

Educación en la cárcel genera una posibilidad de 43 por ciento menos de reincidencia al salir de prisión

Reo en la prisión de Chowchilla ofrece un tratamiento de pedicura a otro recluso.

Reo en la prisión de Chowchilla ofrece un tratamiento de pedicura a otro recluso. Crédito: Captura/YouTube

Si bien el proceso judicial de EEUU tiene como fin rehabilitar a los reos que yacen detrás de rejas, un curso impartido en una prisión estatal en California brinda justo esa oportunidad a los reos que se adentran en él.

¿Cómo?

Instruyéndolos en el arte de la belleza.

Valley State Prison en Chowchilla, al noroeste de Fresno, es la única prisión en California que ofrece un programa de cosmetología para hombres.

Tiene una tasa de graduación del 100 por ciento, que es una de las tasas más altas de cualquier programa de educación penitenciaria en la nación. Y es que este programa no solo existe para ayudar a los reclusos a enfocar su energía en una tarea nueva, sino los prepara para cuando finalmente cumplan su sentencia y sean liberados.

El certificado y la licencia que reciben los reclusos al final del plan de estudios son los mismos dados a los estudiantes de cosmetología matriculados en el exterior.

Peluqueros suelen alquilar sillas en los salones de belleza como contratistas independientes, lo que significa que incluso un peluquero con un récord criminal tiene una oportunidad de salir adelante y no recaer a una vida criminal y terminar de nuevo tras las rejas.

Pero este programa no fue creado con egresados masculinos en mente.

El programa se lanzó a mediados de los años 90 cuando Valley State Prison abrió sus puertas como una instalación para mujeres. La idea era enseñar habilidades laborales a mujeres reclusas para que pudieran reintegrarse mejor a la sociedad. El programa incluyó la instrucción en corte de pelo, peinados y el menú completo de tratamientos de spa, como faciales, pedicuras y manicuras (incluyendo las aplicaciones más avanzadas de gel y uñas acrílicas).

Pero en 2011, cuando entró en vigor la ley de realineación de la seguridad pública, ésta permitió la liberación temprana de miles de delincuentes de bajo nivel en todo el estado. A miles más se les permitió cumplir sus sentencias en las cárceles del condado.

Debido a que muchos de estos delincuentes eran mujeres, se tomó la decisión de convertir la instalación en uno dedicado solamente a reclusos varones. Cuando estos nuevos internos llegaron, el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California decidió mantener el programa de cosmetología.

Un informe de 2013 de RAND Corporation encontró que los reclusos que reciben una educación universitaria en la cárcel genera una probabilidad de 43 por ciento menos de reincidencia. Los hallazgos también muestran que cada dólar gastado en programas de educación carcelaria reduce los costos futuros de encarcelamiento para los contribuyentes. Pero sólo el 50 por ciento de las prisiones federales ofrecen programas vocacionales.

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