El Concejo de Los Ángeles investiga el impacto del veto de Trump en el LAX
Una comisión busca determinar el efecto de la orden ejecutiva que prohibía la entrada a EEUU de ciudadanos de siete países
Un Comité del Concejo municipal de Los Ángeles comenzará este martes una investigación para determinar el impacto que la orden ejecutiva de Donald Trump en materia de inmigración tuvo en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX).
La orden, “Protecting the Nation from Foreign Terrorist Entry to the United States”, se hizo efectiva el pasado 27 de enero y prohibió la entrada a Estados Unidos a todos los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, independientemente de si contaban con una visa o permiso de residencia válidos o con una doble nacionalidad de otro país no sancionado, a excepción de la estadounidense.
La abrupta entrada en vigor del veto provocó una crisis en el aeropuerto, donde un número indeterminado de viajeros permanecieron retenidos y algunos fueron deportados de vuelta a sus países de origen.
Además, a lo largo de varios días se congregó una gran multitud de manifestantes así como activistas y abogados voluntarios que se ofrecieron a ayudar a los inmigrantes afectados.
La orden ejecutiva de Trump está temporalmente paralizada tras la intervención de un juez federal de Seattle, aunque Trump insiste en que es necesaria para evitar que los terroristas entren en el país.
Durante los días que estuvo en efecto, el mandato “afectó severamente a la habilidad de la ciudad de proporcionar una bienvenida hospitalaria a viajeros y refugiados y responder a las frecuentemente cambiantes leyes que regulan los viajes internacionales“, dijo la oficina del concejal Bob Blumenfield en el comunicado en que anunciaban la investigación.
Blumenfield preside el Comité de Innovación, Becas, Tecnología y Comercio de la ciudad, ante el que declararán Jennie Pasquarella, directora de los derechos de los inmigrantes y abogada de la ACLU de California; y Patrick M. Gannon, director ejecutivo adjunto de seguridad pública para la agencia municipal que gestiona el LAX, Los Angeles World Airports.
“Los pasajeros fueron detenidos y miles de manifestantes llenaron el aeropuerto en solidaridad, conduciendo a alteraciones que incluyen congestión del tráfico y retrasos en la llegada de pilotos y personal de cabina a sus vuelos programados. A lo largo de los días siguientes, la falta de claridad del gobierno federal ha dejado a la ciudad de Los Ángeles con preocupaciones jurisdiccionales, legales y lógisticas sin contestar“, añade el comunicado de la oficina de Blumenfield.