Seguidor de ISIS planeaba atentado en Estados Unidos con bomba artesanal

Gregory Lepsky, un joven de 20 años residente en Point Pleasant, New Jersey, se encerraba en su habitación durante horas para alejarse de la mirada de sus padres, aunque lo que nadie imaginaba es que en ese cuarto se estaba fabricando nada más y nada menos que una bomba con una olla a presión.

Las autoridades se acercaron a la casa de de Lepsky el 21 de febrero para solucionar un problema doméstico y, tras arrestar al joven como responsable del incidente, los policías registraron el domicilio para buscar evidencias de lo ocurrido.

Al principio, los agentes no encontraron nada relevante en la casa, pero al cabo de un tiempo uno de ellos encontró algo en el armario del cuarto de Lepsky que parecía fuera de lugar: una olla a presión envuelta en un papel de plástico con burbujas.

El descubrimiento no hubiera tenido nada de especial si no fuera porque la policía también encontró en el ordenador del joven y en otros aparatos electrónicos pruebas de su relación con ISIS y de sus planes de construir una bomba para mostrar al mundo su apoyo a dicho grupo terrorista.

De acuerdo al Departamento de Justicia, Lepsky publicó en las redes sociales su intención de “luchar en nombre del Estado Islámico y, si fuera necesario, inmolarse con explosivos para acabar con sus enemigos y convertirse en un mártir de la causa”.

Los policías también descubrieron que el joven de Point Pleasant había comprado la olla a presión poco después de que otro usuario publicara en Internet instrucciones que detallaban paso por paso el proceso de fabricación de una bomba con dicho objeto.

Por último, los investigadores pudieron recuperar un mensaje enviado por Lepsky a otro defensor de ISIS en el que afirmaba que, si no conseguía viajar a Siria para apoyar de primera mano al Estado Islámico, su objetivo sería llevar a cabo un atentado en Estados Unidos utilizando artefactos explosivos improvisados.

Como resultado, Lepsky, que compareció ante el juez por primera vez el pasado viernes, se enfrenta a una condena de 20 años en prisión y a una multa de $250,000 por intentar ayudar y proveer materiales a una organización terrorista extranjera.