Suben las muertes de niños bajo cuidado de padres o cuidadores en Los Ángeles
"La violencia doméstica es prevalente en prácticamente todos lo casos de abuso infantil y muertes de niños"
El número de niños que murieron a manos de sus padres o personas que los cuidaban aumentó el 20% en 2015 con respecto al año anterior, informó el Concejo Inter-Agencias de Abuso y Maltrato Infantil (ICAN).
Este organismo presentó este miércoles los reportes sobre muerte infantil, abuso de niños y entrega segura de bebés en el condado de Los Ángeles, en los que se apunta que en 2015, el año más reciente del que se tienen datos analizados, murieron 18 menores en esas circunstancias en comparación con los 15 en 2014.
Sin embargo, el número de niños referidos al Departamento de Servicios de Niños y Familias (DCFS) disminuyó ligeramente con respecto al 2014, al pasando de 181,926 ese año a 175,383 en 2015.
Según recalcó Deanne Tilton Durfee, directora ejecutiva de ICAN, “la violencia doméstica es prevalente en prácticamente todos lo casos de abuso infantil y muertes de niños”.
Los expertos pidieron hoy una legislación que exija entrenamiento para reconocer y reportar el abuso infantil por parte de los trabajadores del sector médico.
El condado de Los Ángeles igualmente marcó una “tendencia perturbadora” en el suicido adolescentes, con 23 casos en 2015 en comparación con los 10 en 2014.
El considerable aumento de suicidio juvenil es consistente con un alarmante incremento en las cifras nacionales, dijo Durfee.
Los funcionarios señalaron al Programa de Entrega Segura de Bebés como un éxito ya que ningún recién nacido murió por abandono el año pasado o en los primeros meses de este año.
El informe recomendó igualmente que el sistema hospitalario del condado de Los Ángeles asegure una evaluación de los recién nacidos, los bebés y los niños que presenten fracturas o lesiones, para identificar los casos los posibles casos de abuso infantil.
Igualmente resaltaron la necesidad de que el Departamento de Medicina Forense del condado tenga “acceso inmediato” a los registros médicos de los hospitales del condado donde fallece un menor.
Uno de los casos recientes más notables de muerte de un menor en su hogar fue el del niño de ocho años Gabriel Fernández quien muriera en 2013 a causa del abuso sufrido por parte de la madre y su novio.
La investigación encontró que los funcionarios del DCFS tendrían que haber actuado con más diligencia para evitar la tragedia.
Por este caso, fueron despedidos dos trabajadoras sociales y dos supervisores luego de una investigación interna, y actualmente enfrentan un juicio por abuso infantil y falsificación de registros