Juventus y el fantasma de las finales perdidas en Champions League

El sábado definen en Cardiff el torneo de clubes más importante de Europa

Los holandeses Seedorf y Edgar Davids se enfrentaron en la Final en 1998.

Los holandeses Seedorf y Edgar Davids se enfrentaron en la Final en 1998. Crédito: Getty Images

Entre las aburridas frases trilladas que deambulan en el mundo del fútbol, hay una que destaca por su misticismo. “Le tiramos la camiseta”, se repite una y otra vez. Como si el pasado se encarnara en el presente y las historias, que repiten los abuelos hasta el cansancio, se volvieran a escribir en cada partido decisivo. Sin embargo, en contra de toda quimera, un ex jugador de Real Madrid le encuentra una explicación racional, sobre todo psicológica, a esa vieja expresión futbolera. “Jugué la final de la Champions contra el Leverkusen en 2002, me miré la camiseta y pensé: ‘Yo estoy vestido de blanco y este de rojo. Juego en Real Madrid, soy mejor que este tipo. A estos les ganamos”, explica, en petit comitè, un ex de la Casa Blanca. No se equivocó. El Real le ganó al Bayern Leverkusen (2-1) y levantó su novena orejona en Glasgow. Es su torneo fetiche y el próximo sábado en Cardiff van por más. No la tendrán fácil, en frente tendrá a la dueña del Calcio, la Juventus de Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín .

En Italia nadie se anima a poner en jaque la supremacía de la Vecchia Signora. Ganan y ganan. Suman tantos títulos que no dan abasto para actualizar las estrellas de sus muros. Mientras que la fachada del moderno Juventus Stadium ostenta un escudo con los colores de la bandera italiana y un 35, tatuado en el centro, en honor a su número de scudettos; en el interior de la cancha todavía no actualizaron las vitrinas. “Campioni 2015-2016”, reza un letrero. Nadie suma tantas Serie A como la Juve; lo mismo le pasa al cuadro blanco con sus 33 títulos en la Liga. Juventus y Madrid parecen almas gemelas. Los dos tienen a sus ciudades con el corazón partido (en Turín la mitad de la gente es del Torino, lo mismo sucede con Atlético en Madrid), pero conquistan a los hinchas de sus países. Italia es bianconeri; España, merengue.

Ocurre, sin embargo, que en Europa, Juventus y Madrid andan en polos opuestos. Mientras que el cuadro blanco ganó 11 de las 14 finales de Champions que jugó, la Juve perdió seis de las ocho veces que se metió en el partido decisivo. “Il iettatore di la Champions (La yeta de la Champions)”, define Alessio, con resignación, un hincha de Juventus. “Pero este año es diferente. Ellos no pueden ganar siempre ni nosotros perder todas las finales”, se esperanza este tifosi bianconeri, que cuenta que se enamoró de la Vecchia Signora cuando un muchacho conocido como Il Codino Baggio jugaba con la 10. “¿Psicosis a la finales de Champions?”, cuestionó Massimiliano Allegri, técnico de la Juve; “es un partido importante, pero hay que seguir realizando lo que hicimos hasta ahora en la temporada. La negatividad lleva a más negatividad”.

El DT quiere borrar del inconsciente colectivo del pueblo juventista el pesimismo que reina respecto a la Champions. “Hablan de que perdimos seis de los ocho finales que jugamos”, dijo Allegri. Y preguntó: “¿Alguien cree que es fácil jugar tantas finales?”. “En serio”, remató; “tenemos que dejar atrás a la negatividad, no la aguanto”. A Giorgio Chiellini le pasa algo similar. “Tengo por costumbre convertir las derrotas en una experiencia positiva. Por supuesto que las caídas quedan dando vueltas en la cabeza, pero hay que aprender a gestionarlas, se tienen que volver a nuestro favor. Ayer nos dolieron, hoy nos sirven de experiencia”, dijo el central italiano, que formaba parte del equipo que perdió la final de la Champions 2015 ante el Barça de Messi en Berlín.

Hoy la Juve se siente más fuerte. “Estamos en un torbellino”, subrayó Allegri. Y el equipo italiano tiene motivos para llegar con el autoestima en llamas a Cardiff: ganaron el Calcio y la Coppa Italia y son el equipo menos goleado de la Champions (3). “Vine a este club para vivir este tipo de situaciones. Sabíamos que podíamos vivir una año magnifico y lo estamos haciendo. Será un final dura, pero hermosa”, opinó Higuaín. El número 9 jugará contra la nostalgia. “Viví muchas cosas lindas en Madrid, pero quiero ganarles”, completó.

Higuaín conoce el peso de la camiseta blanca, pero no se quiere achicar. “Ellos están acostumbrados a jugar finales, pero nosotros también. No sé quien es el favorito, eso lo dejo a criterio de los demás”, sostuvo el delantero formado en River. “Estamos 50 y 50”, aseguró Dybala. “Real Madrid quizá tiene más experiencia, pero Juventus tiene jugadores que saben lo que es estar en partidos importantes”, remató el cordobés. La vencida Juve quiere matar al vencedor Madrid. O lo es que es lo mismo, olvidarse de su mufa en la Champions. Mal rival: el súperpoderoso Real Madrid y su camiseta pesada.

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