Activistas sopesan posible boicot para frenar puesta en marcha de “SB4” en Texas
La Red Fronteriza para los Derechos Humanos encabeza los esfuerzos de la comunidad inmigrante contra la “SB4” en Texas, para frenar la puesta en marcha de esa ley estatal el próximo 1 de septiembre, aún si eso implica un boicot económico
WASHINGTON.- Activistas de la frontera sur sopesan un posible boicot estatal para frenar la puesta en marcha de la ley “SB4” en Texas en septiembre próximo, como parte de una estrategia a corto y largo plazo que incluye una campaña de presión política, eventos comunitarios, y la movilización de votantes.
La Red Fronteriza para los Derechos Humanos (BNHR) encabeza los esfuerzos de la comunidad inmigrante contra la “SB4” en Texas, para frenar la puesta en marcha de esa ley estatal el próximo 1 de septiembre, aún si eso implica un boicot económico.
En entrevista telefónica con este diario, Fernando García, director ejecutivo de BNHR, explicó que la ley “SB4” es “racista” y, de implementarse, perjudicaría a los inmigrantes en todo el estado –específicamente a los 1,5 millones de inmigrantes indocumentados, y sus familias- mucho más que el daño que podría tener un boicot específico en Texas.
“¿Cómo se mide el costo de la separación de las familias? ¿Cómo se puede medir el costo del acecho a los inmigrantes? Queremos que los negocios, organizaciones o grupos nacionales no vengan a Texas a hacer sus convenciones, reuniones o partidos de fútbol, que no vengan los turistas mexicanos”, para enviar un mensaje sobre la importancia de los inmigrantes en el estado, precisó García.
Texas es ahora “el epicentro de la agenda y la histeria anti-inmigrante en el país. Creemos que la SB4 va a afectar la economía de Texas más que cualquier boicot que hagamos… la persecución de los indocumentados, de la mano de obra inmigrante, eso va a tener un gran impacto económico en el estado”, advirtió el activista.
García, sin embargo, no precisó cuándo es que su grupo tomará una decisión definitiva sobre si convocar o no el boicot.
Un estudio de 2016 de la Fundación para Políticas Públicas de Texas señaló que los inmigrantes conforman más del 20% de la fuerza laboral en Texas, y son una importante fuente ingresos en el estado.
A través de la historia de EEUU, los boicots han servido para llamar la atención sobre la violación a los derechos humanos, civiles, y laborales, tal como ocurrió, por ejemplo, durante el movimiento de los derechos civiles, o en la lucha por los derechos de los campesinos, liderada por César Chávez, ambos en las décadas de 1950 y 1960.
Los boicots generan controversia, sin duda, pero también atraen enorme cobertura mediática y, por su impacto económico y político, pueden conducir a medidas correctivas o de avance social, si se realizan con precisión, según observadores.
Entre otros elementos, la “SB4” prohíbe las ciudades “santuario” en Texas; permite que las autoridades pidan el estatus migratorio de las personas; arresten a quienes violen las leyes migratorias, e impone sanciones criminales por hasta $25,000 al día, y la destitución de cualquier funcionario público o jefe policial que desobedezca esta ley.
Activistas de BNHR, un grupo de El Paso que aglutina a más de 7,000 defensores de los derechos humanos en toda la frontera con México, realizaron hoy sendas protestas y entregaron cartas al exrepresentante estatal, Dee Margo, y al empresario David Saucedo, candidatos a la alcaldía de El Paso, para que se opongan a la SB4.
El pasado 6 de mayo, Margo obtuvo el 45% de los votos, y se enfrentará a Saucedo, quien obtuvo el 24% en una segunda vuelta el próximo sábado.
Las protestas son parte de la campaña de BNHR, “#JusticeMondays”, en la que todos los lunes y hasta el próximo 1 de septiembre realizarán además actos comunitarios para exigir que los líderes políticos adopten medidas de “inclusión y diversidad”, y no de discriminación contra los inmigrantes.