Trump inicia campaña para financiar su reelección en 2020

WASHINGTON – Pese a que el mandato de Donald Trump atraviesa uno de sus momentos más complicados en cuanto a reputación y aprobación pública, el presidente no parece estar muy preocupado por su “polémica estancia” en la Casa Blanca y, de hecho, ya tiene los ojos puestos en su reelección en 2020.

Tal y como informa Bloomberg, el republicano se encuentra ultimando los detalles de un exclusivo evento que tendrá lugar el próximo miércoles en el Trump International Hotel de Washington, D.C., y que buscará recaudar fondos para la campaña republicana de las próximas elecciones generales.

Sin embargo, la fiesta, cuyo valor se calcula en $35,000 por plato, también beneficiará enormemente a los negocios del presidente y a sus intereses políticos, una cuestión que vuelve a poner en duda la “neutralidad económica” de la actual administración y que ha generado gran indignación entre sus detractores, quienes aseguran que el republicano es incapaz de “alejar” sus negocios del Despacho Oval.

Todos los beneficios del lujoso evento, al que asistirán alrededor de 300 personas y cuya recaudación rondará los $10 millones, se destinarán tanto a la campaña presidencial de Trump de 2020 como al Comité Nacional Republicano.

En una rueda de prensa convocada el miércoles por la tarde, la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, afirmó que dicho evento no estará abierto al público y que los medios de comunicación solo serán admitidos durante el discurso de agradecimiento de Trump a los donantes.

De acuerdo a las leyes federales, los candidatos presidenciales tienen la posibilidad de utilizar sus negocios en sus campañas políticas siempre y cuando se comprometan a ofrecer el mismo trato a cualquier otro inversor o colaborador, una cuestión que, en el caso del presidente, no está muy clara, ya que ni la Casa Blanca ni la Organización Trump han respondido a las preguntas sobre este tema.

Pero esta no es la primera vez que el presidente se enfrenta a críticas sobre su gestión: en 2016, por ejemplo, muchas voces cuestionaron los pagos que el republicano hizo al servicio secreto para poder viajar en su avión privado durante la campaña presidencial.

Asimismo, miles de personas también han mostrado su indignación ante las frecuentes visitas del jefe de la Casa Blanca al club Mar-a-Lago de Florida y al Trump National Golf Club de Washington, D.C., una costumbre que, por el momento, no parece que vaya a llegar a su fin.

La precipitada decisión del presidente de comenzar su campaña de financiación para su reelección en 2020 contrasta mucho con la estrategia de su precesor, Barack Obama, quien, a pesar de su popularidad, esperó más de dos años para organizar un evento destinado a recaudar “fondos electorales”.