Corrupción y crimen

Frente a la escalada violencia, vivimos resignados a no ser las victimas

Guerrero

Frente a la violencia nos resignamos a no ser víctimas Crédito: EFE

El socavón en el Paso Exprés en Cuernavaca mostró el nuevo nivel criminal de la corrupción. La responsabilidad caerá en los muertos que irresponsablemente pasaron por ahí, a los que tiraron basura, al agua que tercamente insistió cruzar por ese lecho natural.

Al parecer nos han adormecido con tantas evidencias del nivel destructivo y depredador del gobierno y sus contratistas. Es similar a lo que sucede frente al crimen. De  los más de 30 millones de crímenes anuales nos resignamos a que no seamos las víctimas, y si lo somos, que la perdida sea solamente económica. El consuelo de la víctima. Me dejo vivo. Los amigos se congratulan: solamente le robaron el coche, el celular, la cartera; aunque nos robaron la tranquilidad.

Nos han sumido en el letargo de los que ven leyes inservibles. Cuándo se reporta que los constructores carecían del estudio de impacto ambiental movemos los hombros en señal de desaprobación y decimos: que cabrones. Igual hacemos cuando el gobierno no actúa y tolera el destrozo. Nos informa el periódico cuántos árboles talaron para hacer una calle o una carretera, la afectación de un acuífero y nos resignamos como siempre. Somos incapaces de relacionar inundaciones con tala inmoderada, son las consecuencias del progreso dirán los políticos.

Ante la conspiración entre corruptos vendados con billetes, se nos ocurre es decir: ah, jijo de su.

Los daños aplicados al ambiente usualmente son irreversibles. Se aferró el gobierno a construir un aeropuerto en el lago de Texcoco alterando el ambiente en el Valle de México. ¿Será cierto que se hundió el aeropuerto y requieren rellenar con miles de toneladas de tierra? ¿Será cierto que los miles de camiones que cargan esa tierra compran huachicol?

El gobierno solamente actualiza las cifras del gran saqueo a PEMEX que es un saqueo a la nación; ese saqueo se concreta en casas de lujo regaladas o “vendidas” a precio de oportunidad a funcionarios de alto nivel que saben otorgar contratos jugosos. ¿Y la lluvia?, ¿hacia dónde irá el agua que iba al lago de Texcoco? ¿Qué zonas se inundarán? ¿Y los acuíferos que alimentan a la Ciudad de México?

El cinismo como estilo de gobierno. El secretario de comunicaciones redujo la muerte de dos personas a haber pasado un mal rato.

En el Estado de México arrasan con tierras y bosques considerados sagrados por pueblos nativos, protegidos por ley. Enfrentarán el progreso y tendrán que superarlo, presidente Peña dixit.

En Sonora le esquilmaron el agua a los Yaquis para regar ranchos en Hermosillo y saciar la sed de la ciudad. ¿Y el daño ambiental y agrícola a los agricultores? Para la Tremenda Corte se resolvió con un documento, ¿el futuro de los Yaquis? What?

En Ciudad Juárez construyeron vivienda en una zona de suelo lodoso (el barrial), pero la venda llegó a los ojos del alcalde y el agua inutilizo las casas.

La corrupción a toda costa, aunque le haga pasar malos ratos a la sociedad.

En esta nota

Opinión violencia
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain