Construcción de planta desalinizadora en Huntington Beach lleva años en el aire

La construcción de una planta de desalinización de agua en la ciudad de Huntington Beach se ha debatido por años, abarcando cuestiones de empleo y la protección del medio ambiente.

Partidarios del proyecto de Poseidon Water enfatizan que la planta desalinizadora podría generar 3,000 trabajos para los residentes del condado de Orange, así como proporcionar agua limpia y asequible, potencialmente a menos de un centavo por galón.

Los miembros de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés) respaldaron el proyecto por medio de un comunicado, en el cual califican a la planta como una especie de seguro contra otra sequía en el sur de California. Además, dijo LULAC, la desalinización minimiza la dependencia de agua importada.

“El costo de agua importada ha subido por un promedio de 6% al año”, dijo Dave Rodríguez, presidente de LULAC California, “poniendo el agua importada en [camino] a ser más costosa que el desarrollo de agua nueva y local del mar”.

Los contrincantes del proyecto, sin embargo, sostienen que la planta podría afectar a la vida marina de la zona. Tras el proceso de desalinización, dicen ellos, el agua no se mezcla bien al regresar al mar, lo cual perjudica a los organismos marinos.

Un informe sobre el impacto ambiental del la planta publicado en mayo de 2017 informó que la salinidad no pondrá en peligro a la población marina. No obstante, de acuerdo al informe, hay otras cuestiones que se deben tomar en cuenta, incluidos las emisiones atmosféricas y el ruido subterráneo.

De ser aprobada, la planta desalinizadora sería construida en la esquina de Newland Street y Pacific Coast Highway.