Trump regresa a Virginia Occidental, uno de los estados más “Trumpistas” del país
Afuera del auditorio, también habrá activistas de más de una decena de grupos opuestos a su gestión
WASHINGTON.- Su agenda política aún no despega en medio de continuas controversias y su popularidad está por el piso, pero el presidente Donald Trump ya está pensando en su reelección y esta tarde retomará su mensaje de nacionalismo económico durante una visita a Virginia Occidental, un bastión del “Trumpismo” donde sigue gozando de alta popularidad.
Tomando un respiro de Washington, Trump regresa por segunda vez a Virginia Occidental, diez días después de su polémico discurso ante 40,000 miembros de la agrupación de los “Boy Scouts of America”.
Según la Casa Blanca, Trump participará en un mitin político en un lugar céntrico de Huntington a partir de las siete de la noche hora local, donde ofrecerá un discurso sobre los avances de su plan para “recuperar la grandeza de EEUU” (“Make America Great Again”), su consigna electoral en 2016.
El último presidente republicano que visitó Huntington fue George W. Bush, en 2004, cuando emprendió su campaña por la reelección.
Aunque no hay detalles del contenido del discurso, en semanas recientes Trump ha hecho énfasis en la anulación de “Obamacare” -un esfuerzo fallido en el Senado hasta ahora- y en asuntos económicos.
En Virginia Occidental, un estado situado en el corazón de los Apalaches, cerca de 180,000 de sus votantes han recibido cobertura médica a través de “Medicaid”, un programa que los republicanos quieren reducir. El estado tiene una fuerte industria del carbón y, pese a bajos ingresos familiares, ha registrado el segundo crecimiento económico más grande de EEUU en el primer trimestre de este año.
Un discurso distinto
Según observadores, la visita servirá en parte para compensar por la controversia que generó Trump ante el encuentro anual de los “Boy Scouts” el pasado 24 de julio en el Condado Fayette.
En un discurso de poco más de media hora, Trump prometió hablar de sus “éxitos” y aparcar las pugnas partidistas, pero el deseo le duró poco: a los cuatro minutos, retomó sus ataques contra su antecesor, Barack Obama –azuzó abucheos en su contra- , y contra su rival demócrata en la contienda, Hillary Clinton.
También reiteró su deseo de anular “Obamacare”, y volvió a destacar su sorprendente victoria en las urnas.
El mensaje altamente político de Trump avergonzó a los “Boy Scouts”, al grado que el grupo emitió un comunicado para explicar que es “enteramente no partidista y no promueve ninguna posición, producto, servicio, candidato o filosofía política”.
BSA Perspective on Presidential Visits to the National Jamboree: https://t.co/1honhC4gPU
— Boy Scouts – BSA (@boyscouts) July 25, 2017
Bastión conservador
Una encuesta reciente de Gallup indicó que Trump goza de una tasa de aprobación del 60% en Virginia Occidental donde, según la Oficina del Censo, el 93,6% de la población de poco más de 1,8 millones es de raza blanca. En cambio, los afroamericanos y los latinos conforman el 3,6% y el 1,5%, respectivamente.
Otra encuesta nacional de Gallup, del martes pasado, indicó que el 60% del país rechaza la gestión de Trump y solo el 36% la aprueba.
Trump Job Approval: Approve 36% (-1); Disapprove 60% (+1). Get the full trend https://t.co/Dr99ziGB4p.
— Gallup (@Gallup) August 2, 2017
Una encuesta de la universidad Quinnipiac indicó que la tasa de aprobación de Trump ha caído al 33%, la tasa más baja de las encuestas de esa universidad hasta la fecha.
Quinnipiac poll released today:
— Robert Reich (@RBReich) August 3, 2017
1) 33% approve of Trump
2) 61% disapprove
3) 62% don't think he's honest
4) 54% are embarrassed he's POTUS
It's not just Rasmussen (or Quinnipiac). Trump approval numbers are at or near all-time lows in many polls lately. https://t.co/CPHJOG7sE6 pic.twitter.com/B3ZLoOLnNI
— Nate Silver (@NateSilver538) August 2, 2017
Según un promedio de encuestas nacionales de “Real Clear Politics”, la tasa de aprobación de Trump a nivel nacional ronda el 38,4%.
Trump suele regodearse del tamaño de las multitudes que lo reciben a su paso o que llenan los auditorios. El “Big Sandy Superstore Arena” tiene capacidad para 9,000 personas, pero las autoridades de Huntington no han ofrecido un estimado de las personas que han adquirido boletos gratis a través de la página web de la campaña de reelección del binomio “Trump-Pence”.
No todos lo apoyan
Afuera del auditorio, también habrá activistas de más de una decena de grupos opuestos a su gestión.
Entre los grupos cívicos que participarán en la protesta pacífica figuran “Women´s March de Virginia Occidental”, “For Ohio´s Future”, “Planned Parenthood”, “Rise Up WV”, “TriState Indivisible”, y varios sindicatos.
Algunos partidarios de Trump han amenazado con realizar actos de violencia contra los manifestantes, por lo que se prevé una fuerte presencia policial en la zona, aparte del Servicio Secreto.
BE ADVISED: There is a man threatening to kill protestors at @POTUS' rally next week in #HuntingtonWV & calling for others to join him… pic.twitter.com/LfXGjA2mSM
— Downtown Huntington™ (@DowntownHWV) July 30, 2017
Pese a las amenazas, algunos activistas destacaron la importancia de que el resto del país se entere de que muchos no votaron en el estado no votaron por Trump y desaprueban de su desempeño como presidente.
Republicanos quieren fin al caos
La visita se producirá en unos momentos en que los líderes conservadores esperan que el ascenso del nuevo jefe de Gabinete, John Kelly, pueda restablecer el orden y la disciplina en la Casa Blanca, y cesar así las distracciones de la agenda legislativa.
Trump “tiene la obligación de ser presidente para todos nosotros y frenar el caos. Casi todo el caos lo genera él, nadie más”, se quejó recientemente el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham.
Tras las derrota de la derogación de “Obamacare” en el Senado, algunos republicanos quieren girar hacia el debate de una reforma tributaria, aun cuando las investigaciones en torno a la injerencia electoral de Rusia opacan la agenda.
Hasta ahora, tampoco ha habido debate sobre asuntos como la inversión de un billón de dólares en proyectos de infraestructura, o la reducción del déficit.