La sequía y el futuro inminente de nuestro suministro de agua

California no se puede confiar de buenos inviernos, lluvias fuertes, o hasta en el gobierno federal para satisfacer nuestra necesidad de agua

California's Central Valley Heavily Impacted By Severe Drought

Crédito: Getty Images

Recientemente California sufrió una de las peores sequías en su historia moderna- el agua se convirtió en el recurso más valioso del estado rápidamente. Californianos se unieron para encontrar soluciones para minimizar los impactos de la sequía. Los funcionarios en particular hicieron la conservación y reclamación de agua prioridad para garantizar que los residentes de California tuvieran acceso a agua limpia y fiable pase lo que pase, ya sea un terremoto, incendio, o algún otro desastre natural. Este esfuerzo ha sido particularmente importante para el Sur de California ya que la región más seca del estado también es la más poblada.

Afortunadamente la lluvia del invierno pasado aliviaron California la amenaza inmediata de la sequía, pero la serie de años secos y su impacto en cada familia de California serán difícil de olvidar.  Y en luz  de nuestra batalla continua contra el cambio ambiental, la sequía permanece como una amenaza a nuestro bienestar. Así es que en este momento es crítico que continuemos asegurándonos que nuestro estado invierta en y tenga acceso a suministros de agua fiables y sustentables.

Esa es la razón por la cual el Proyecto de Ley 1000, escrito por la Asambleísta Laura Friedman, es tan preocupante.  La propuesta ley intenta debilitar el proceso en el que se aprueban críticos  proyectos de agua, dándoles poder a las políticos y a sus designados de rechazar el proceso de repaso medioambiental, establecido por el California Environmental Quality Act (CEQA). El proyecto de ley  específicamente tiene como objetivo al Proyecto de Agua Cadiz, una asociación pública y privada que captura agua que de otra manera se evaporaría y la enviaría a través del Sur de California, en donde podría servir a hasta 400,000 personas al año. Por ocho años, el proyecto ha sido repasado, aprobado y apoyado por las agencias públicas y cortes de California.

Le hago esta pregunta- ¿por qué nosotros como residentes de California, que ya hemos sufrido las severas realidades de una sequía, quisiéramos hacer que los proyectos de infraestructura de agua como este sean más difíciles de completar- especialmente aquellos que ya han seguido las estrictas leyes medioambientales de California? Ninguno de nosotros puede predecir el futuro, pero sabemos que otra sequia es muy probable- y debemos de estar preparados sin perder tiempo modificando un proceso estatal fuerte.

Proyectos como el de Cadiz ofrecen  una oportunidad crítica de crear la fiabilidad del agua para el Sur de California. El interrumpir su progreso al pasar una ley como la propuesta AB 1000 es ilógico, una propuesta ley que inyecta aún más incertidumbre para la crítica infraestructura acuática.  De igual preocupación es el impacto negativo que esta propuesta ley tendría en los prospectos de empleo local para los miembros de la clase trabajadora, especialmente para mis miembros, cuyo trabajo en estos proyectos mantiene a sus familias y a la economía local.

Estoy muy preocupado por  las personas en mi comunidad, y en las comunidades Latinas por todo el Sur de California que sufrirán tremendamente sin acceso a agua fiable y asequible o a trabajos creados en una economía estable con un suministro de agua fiable. El acceso a un suministro de agua seguro es vital para nuestras comunidades, nuestros hijos y familias – y esto es precisamente lo que está a riesgo con la propuesta ley AB 1000.  La protección de nuestro medio ambiente y los preciados recursos naturales son de prioridad para todo el estado. Esa es la razón por la cual CEQA fue implementada y ha resistido el paso del tiempo. Es un proceso estricto que crea proyectos seguros que debería de ser permitido que se construyan cuando el repaso sea finalizado en la Corte.

California no se puede confiar de buenos inviernos, lluvias fuertes, o hasta en el gobierno federal para satisfacer nuestra necesidad de agua. Debemos tomar la iniciativa en nuestros esfuerzos para defender empleos y un suministro de agua fiable- y eso significa ponerle un alto a AB 1000 por el bien de las familias Latinas, las comunidades por todo el estado y por nuestro futuro.

Armando “Mando” Esparza, es el Director de Negocios para el Consejo de Trabajadores del Distrito del Sur de California, un consejo de distrito adscrito de Laborers’ International Union of North America (LIUNA) y miembro de la coalición Alto a AB 1000.

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